Tal es de conocimiento general, el susodicho proyecto de ley fue presentado por el asambleísta manabita, Mariano Zambrano Vera, y aprobado por unanimidad por la Asamblea Nacional, luego de un profundo análisis jurídico que terminó recogiendo sugerencias de diversos orígenes, entre ellos, el propuesto, dos años ha, por Ernesto Pazmiño, ex defensor Público, en cuanto a la aplicación del principio de favorabilidad, según el ex asambleísta, César Montúfar, al que podría acogerse el ex vicepresidente Glash (a quien algunos malpensados lo identifican como “Mr. Vidrio” en sus supuestas relaciones -$$$- con Jo-Debrech, premio Nobel en las ciencias de coimas, cohechos, sobornos, peajes, chantajes y afines) sentenciado a seis años de prisión por el delito de asociación ilícita.

Y aunque el Ejecutivo vetó totalmente el proyecto de marras, la historia recogerá como indiscutible mérito la iniciativa del legislador manabita, Mariano Jr. al margen de acusaciones y denuncias aún en proceso, no probadas hasta hoy, provenientes de quienes buscan protagonismo político con miras a futuras elecciones, como es el caso concreto de Montúfar (y otritos) al cual, la presidenta de la Comisión de Justicia, Marcela Aguiñaga, a través de un comunicado público, acusa de “mentiroso y desinformador, porque para incluir la figura de asociación ilícita en la nueva ley se acogieron sugerencias de hace dos años, para favorecer a una persona que sería sentenciada en el 2018 y peor aún, no se han reformado los artículos 20 y 21 del Código Orgánico Integral Penal, por los cuales se posibilita acumular penas hasta 40 años de cárcel”, lo cual, a la luz de la lógica, resulta, en realidad, completamente absurdo (digo yo).

¿Qué hemos venido diciendo e insistiendo en los últimos tiempos acerca de la actuación de la mayoría de los legisladores manabitas, de los cuales he olvidado algunos nombres,  cuya presencia en la Asamblea ha sido inocua, cuasi invisible (salvo un par de excepciones) a no ser por los palanqueos de cargos para la parentela, ah?

Hay opiniones controvertidas sobre el veto presidencial, en cuanto a que el proyecto aprobado por la asamblea Nacional era innecesario. Y lo que es peor, si llegara a demostrarse que no son convenientes los cambios introducidos por Lenín II en su veto, la Asamblea está impedida de insistir en su texto inicial… hasta un año después, cuando probablemente la configuración de las fuerzas políticas y los intereses que son inevitables en el quehacer político, vuelvan a retoñar como las malas yerbas que se levantan de las cenizas para desgracia de los pueblos.