Ingeniería. Los trabajos demandan de altas medidas de seguridad para colocar los aisladores, importados de Estados Unidos. 

José Aroca, capitán (e) del Cuerpo de Ingenieros del Ejército, indicó que empezaron los ensayos previos para tener todo listo para el cambio.  Se utilizará lanza puentes militares y una grúa de 10 toneladas para realizar el retiro de los aisladores sísmicos. Con gatas hidráulicas levantarán entre 4 y 6 centímetros parte de la estructura, con apoyos temporales y placas metálicas para mayor seguridad en la instalación.

Restricción. Aroca explicó que aunque los trabajos preliminares se iniciaron a fines de agosto, fue en el lapso indicado, desde el 1 de octubre será total la restricción para el paso de vehículos pesados cargados con más de 15 toneladas, que tendrán que tomar la vía San Antonio-La Margarita-San Vicente. 

Además, por el proceso de gateo y colocación de aisladores, habrá restricción parcial para buses y vehículos livianos en el día. Para ello, se ubicará personal en cada ingreso al puente, por el lado de Bahía de Caráquez y de San Vicente y, de ser necesario, se paralizará el tránsito.

Emergencia. Señaló que luego del sismo del 16 de abril del 2016, el MTOP contrató en estado de excepción el mantenimiento de los sincronizadores de movimientos sísmicos del puente, efectuó el cambio de juntas de gran desplazamiento de la pila 6, del lado de Bahía de Caráquez, y el reforzamiento de la pila 12. 

Sin embargo, en razón del tiempo de ejecución del proyecto y por su carácter de emergente, no se incluyó en este contrato el reemplazo de los aisladores sísmicos, parte importante del sistema de aislamiento sísmico del puente.

El técnico del CEI recalcó que los aisladores son necesarios para obtener un buen comportamiento sísmico en el puente.