Beltrán Zambrano, representante del frente de trabajadores del mercado, explicó que se construye un mercado que no cumple las expectativas. “El 8 de abril del 2015 explicaron una edificación que sea digna para los rocafortenses, redondeaba los 7 millones, un mercado parecido al de la parroquia Calderón”, dijo el dirigente. 

Él considera que el nuevo centro de abastos es un “galpón” que hasta el momento no conocen cuánto cuesta, quién adjudicó ni cuáles son las normativas. 

Agregó que son cerca de 700 comerciantes los que laboran dentro del antiguo centro de abastos. “Nuestras medidas son cautelar, tenemos un abogado y pediremos que paralicen la obra para solicitar toda la documentación sobre el mercado”, dijo Zambrano.

Manifestó que dentro del nuevo mercado solo existen 202 locales con cubierta y en la parte exterior irían 323 personas, “cuál es la seguridad que le dan ante el sol”, señaló.

Inversión. Pacífico Zambrano, alcalde de Rocafuerte, explicó que este proyecto nació en el 2014 y el estudio fue contratado por el exalcalde del cantón. “Yo seguí los trámites legales y después del terremoto solicité al Comité de Reconstrucción y Banco Central para que nos den un crédito”, añadió. 

En la obra se invierten $ 1,2 millones, y la primera piedra fue colocada el 23 de noviembre del 2017. El plazo para su ejecución es de un año. Una vez terminado el diálogo, los comerciantes lanzaron una silla al público, lo que afectó a una ciudadana.