Él es el principal sospechoso porque fue, aparentemente, el último hombre que discutió a solas con Moya, agregó el fiscal. 

La xenofobia es el acto de rechazo, miedo u odio hacia un extranjero.

“La víctima habría originado insultos de carácter xenofóbico, y por eso se originó una gresca que terminó con su vida”, dijo Delgado. 

Según el informe de la Policía de Criminalística, Moya recibió 26 puñaladas. Su cuerpo fue hallado en el soportal de una vivienda deshabitada, en la calle J-10 y avenida J-13 del barrio Jocay, a las 06h00 del domingo. La muerte le llegó en menos de 24 horas de haber salido de la cárcel (el sábado), tras cumplir una condena por robo junto con otro hombre de nacionalidad venezolana.

Moya tenía 33 años de edad y era oriundo de Quito, pero hace dos años vivía en Manta. 

 

Discusión. De acuerdo a las primeras investigaciones de la Fiscalía, el sábado, cuando ambos salieron de prisión, Moya pidió quedarse por un tiempo en el departamento que alquilaban tres familiares de su compañero de celda. Ahí le dieron posada (en el mismo barrio Jocay).

Ese día Moya salió a la calle y empezó a beber para celebrar su libertad. A la 01h00 del domingo regresó al departamento, donde continuó festejando en compañía de los extranjeros. 

En esa reunión estaba Yorbys O., con quien Moya mantuvo un enfrentamiento por temas de xenofobia, a tal punto que ambos decidieron bajar del edificio para continuar la rencilla, contó el fiscal.  

Ese domingo la Policía ingresó al departamento de los extranjeros, pero descubrió que ya todos se habían marchado del lugar. 

Todo el departamento estaba desarreglado, se informó. 

Los agentes montaron un operativo de inteligencia, y fue entonces que lograron dar con el paradero de Yorbys O., en otro domicilio.