Actualizado hace: 937 días 1 hora 58 minutos
Relaciones
Huellas que deja la niñez

Si has llegado a preguntarte por qué tus relaciones no funcionan, puede que la respuesta esté en tu infancia.

Martes 21 Agosto 2018 | 04:00

 Psicólogos coinciden en que el comportamiento de los padres y las relaciones afectivas que establezcan con sus hijos tienen profundas implicaciones en la forma en que las personas reaccionarán en la adultez. Esa relación afectiva sobrevivirá a lo largo del tiempo, ya que es la base sobre la cual formamos nuestro ‘yo’. De hecho, con base en esa relación construimos una serie de modelos internos que nos orientan y nos permiten interpretar el medio que nos rodea. 

 
Efecto positivo. La psicóloga manabita Mariana Bermúdez señala que “cuando esa relación ha generado un afecto seguro, existen grandes probabilidades de que nos convirtamos en personas abiertas y seguras”.
 
Efecto negativo. Sin embargo, esto no ocurre siempre, según menciona Bermúdez. “En cambio, cuando el ambiente de la relación entre padres e hijos ha sido evitativo, ambivalente o desorganizado, tendremos una visión distorsionada y negativa del mundo y de nosotros mismos, por lo que a la larga tendremos que afrontar más conflictos y no poseeremos los recursos psicológicos necesarios para hacerles frente”, añade.
Aunque estos “traumas” lleguen a afectarnos, no significa que sean algo con lo que debamos cargar por siempre. Existen formas de superarlos y llevar una vida sentimental con normalidad. 
“Es importante aprender a reconocerlas (las heridas de la infancia que nos afectan) porque solo de esa forma podremos sanarlas y continuar adelante cambiando el rumbo de nuestras vidas”, agrega Bermúdez.
El psicólogo español Arturo Torres coincide con que “las marcas de una infancia complicada pueden seguir notándose cuando ya hemos crecido e ingresamos en la edad adulta. Sin embargo, por mucho que el malestar y la angustia sean insoportables por momentos, en la mayoría de los casos es posible mejorar significativamente el modo en el que convivimos con ese pasado”, señala en una entrevista al portal psicologiaymente.com. 
Entre los ‘fantasmas’ de la infancia que afectan nuestras relaciones en la adultez podemos nombrar al maltrato. “Hay padres que para corregir utilizan violencia y castigos crueles que invalidan emocionalmente al niño, que guarda resentimiento y miedo que en la adultez lo demostrará inconscientemente”, indica Bermúdez.
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