El insólito hecho tuvo lugar en la ciudad de Kémerovo, donde tras un incendio declarado en una vivienda particular, los lugareños dieron por muerto al dueño de la casa, llamado Serguéi.
Los “restos” de Serguéi fueron reconocidos por su hermana, tras lo cual la familia procedió al entierro del cadáver.
Nueve días después, la familia volvió a reunirse para una comida en homenaje del difunto, en la que por sorpresa irrumpió “el muerto”.
El hombre dijo que vive cerca del lugar donde se declaró el incendio, sin que él se viera afectado, y se enteró de su propia “muerte” a través de un amigo, quien vio su tumba en un cementerio.