Él dice que la empresa “José Abad Saltos” lotizó  áreas de Jaramijó cuando todavía era parroquia de Montecristi (antes de 1998),  pero legalmente en Jaramijó nunca se han registrado estos lotes a nombre de la compañía. 

“Esto es simple”, dice el abogado. “Tengo la escritura de un terreno, pero si no lo registro ante el municipio no soy propietario”. 

Pero, ¿cómo es que se les cobra impuestos a personas que supuestamente no son dueños de un terreno?

El abogado Santana tiene otro argumento. 

Dice que si no cobran los predios pueden ser glosados, porque los títulos de propiedad de los terrenos están emitidos. Además, este sector goza de servicios básicos que son brindados por el gobierno municipal, agrega. 

Así las cosas, en Jaramisol unas 600 familias  viven en un limbo legal. 

Tania Zambrano, habitante del sector, cuenta de qué mismo se trata ese limbo. “Nosotros tenemos los terrenos, tenemos casas en esos terrenos, pero el municipio no los reconoce por lo que esos mismos predios son entregados a otras personas mediante juicios de prescripción” (cuando, mediante un proceso judicial, alguien se convierte en propietario de un terreno después de haber vivido un determinado tiempo). 

Tania cuenta que en la misma situación se encuentran los habitantes de los barrios Montecarlo, Caracoles, Nuevo Amanecer y Las Brisas. 

Jaramijó nació como cantón el 28 de abril de 1998, luego de pertenecer durante 71 años a Montecristi como parroquia. 

Wilson Quiroz, habitante de Jaramisol, dice que el sector fue fundado en 1972. 

En ese entonces empezaron a venderse los terrenos por parte de la compañía “Abad Saltos”. 

Las escrituras estaban registradas en Montecristi, porque Jaramijó era parroquia de ese cantón desde 1927.  

Ya en 1998 fue oficializado como cantón, pero, según Quiroz, no se hizo la migración de documentos del Registro de la Propiedad de Montecristi  al nuevo municipio.  

“Lo correcto sería haber pedido copias certificadas  con todas  las escrituras, pero no hicieron eso”, expresa.  Quiroz tiene una propiedad en el barrio y cuenta que cada vez que paga los predios urbanos, en el recibo entregado por el municipio se indica: “Esta administración no reconoce los documentos”. 

“Es decir, nos cobran impuestos, pero no existimos para ellos”, reclama. 

Dice que debido a eso se enfrentan a serios problemas. 

El más común es que los terrenos aparecen con dos o tres dueños y que no todos los vecinos cuentan con servicio de agua potable al no tener escrituras para registrar su domicilio.  

Quiroz, quien también es activista político, señala  que en los 46 años que tiene Jaramisol, apenas han recibido lastrado de vías y que él recuerde no hay obras “significativas”. 

 

> asamblea ciudadana. En la rendición de cuentas realizada en mayo del año pasado, la Asamblea Ciudadana de Jaramijó le reclamó al alcalde Bawer Bailón por la no legalización de los terrenos en Jaramisol. 

Textualmente el documento, que se encuentra en la página web del municipio, señala: 

“¿Explique por qué tantas trabas y contradicciones legales a los ciudadanos que adquirieron terrenos en lotizaciones, como Jaramisol y otras colindantes, cuando en muchos casos estos ciudadanos cuentan con escrituras desde hace muchos años, lamentando que no las hayan procedido a inscribir en el Registro de la Propiedad en su debida oportunidad?”.

También cuestionan que no se facilite la escrituración y legalización de los terrenos, “cuando existen otras personas que se apropian de grandes extensiones de terrenos municipales, sin que la autoridad o funcionario municipal tomen acciones legales”. 

En el mismo informe el alcalde Bailón contesta que “el 13 de enero del 2016, en base a los diversos inconvenientes por estos terrenos, el Municipio de Jaramijó autoriza dar trámite a los títulos que tienen más de 15 años y a los títulos otorgados por la compañía “José Abad Saltos” posteriores al año 2005 que tengan una historia de dominio declaración juramentada”. 

Indica además que “no hay documento alguno que certifique la aprobación de la Lotización ‘José Abad Saltos’ por parte de los municipios de Montecristi o Jaramijó”. 

Sin embargo, con fecha 6 de febrero del 2006 la dirección de Planeamiento Urbano del Municipio de Montecristi certifica que existen planos de dichas lotizaciones. (Jaramisol, Jaramisol Norte, Montecarlo, Costa Mar, Los Caracoles y Mar Abierto) (ver imagen). 

También, con fecha 23 de febrero del 2006, la compañía “José Abad Saltos” envía un documento al municipio informándole que “la documentación enviada para justificar el dominio de las lotizaciones nunca ha sido tomada en consideración, pese a que se han presentado documentos”  (ver imagen).  

Actualmente el Municipio de Jaramijó lleva al menos 15 procesos judiciales por problemas de terrenos, según el departamento Jurídico.  Casi todos han sido resueltos.    

María Sol Cevallos, directora de Planificación y Desarrollo Territorial de Jaramijó, señala que en el cabildo no existen  planos aprobados de lotizaciones “Abad Saltos”, por lo tanto no hay escrituras. 

“La gente se acerca solo con cartas de compra venta, pero eso no sirve para registrar terrenos que en algunos casos han sido vendidos dos o tres veces”, advirtó.

En el 2016 este municipio aprobó una ordenanza para legalizar terrenos a nombre de quienes carecen de título de propiedad. 

Se establece que para acceder a este beneficio deben tener más de 23 años de edad, cinco años de posesión y su predio no debe ser mayor a los 300 metros cuadrados. Cevallos explica que el problema es que hay gente que quiere legalizar terrenos de hasta 1.800 metros cuadrados.   

José Cedeño, dirigente barrial de Jaramijó, cuestiona esta norma, pues asegura que ellos pagaron por sus terrenos y la mayoría tienen más de 300 metros. 

Diego Intriago, habitante del barrio Mar Abierto, comenta que la mayoría de habitantes cuenta con cartas de compra-venta y denunció que no son reconocidos porque hay personas que se apropian de terrenos y por eso no hacen valer las escrituras ni papeles que poseen.  

Sobre estos temas se buscó la versión de José Abad Cruz, representante de la compañía “Abad Saltos”, pero no se lo pudo localizar.