Si son emigrantes interviene la Armada Nacional, continúa Bridn, al tiempo que muestra un mapa de cobertura con estos aviones: 6.000 kilómetros de recorrido sobre el océano Pacífico.

Luego interviene el agregado de Prensa de la Embajada yanqui, Aaron Sherinian: “Aquí no hay secretos. Estas visitas de periodistas al AWACS no tienen relación con el anuncio del presidente de Ecuador, Rafael Correa, de que no renovará el contrato  con los Estados Unidos para mantener la FOL, sino confirmar que la cooperación con Ecuador, gracias a la información obtenida por la FOL, se ha tornado más eficaz”.

Interviene entonces Javier DeLucca, comandante de la FOL, para decir que el Gobierno de Estados Unidos espera la decisión que el presidente Correa tome, mientras muestra los resultados de las operaciones que despliega luego de la firma del convenio bilateral del 12 de noviembre de 1999, por diez años. Y que no tienen conocimiento de que EE.UU. esté interesado en instalar la FOL en Perú, “porque faltan dos años y vamos a ver lo que decide el pueblo ecuatoriano. Pero (el infaltable), necesitamos estar ubicados  en un país, cerca del mar para poder realizar efectivamente los controles sobre el narcotráfico”.

Lo que acabáis de leer ¿constituye acaso un “grave peligro” que pudiera afectar la soberanía de la República del Ecuador, ah? ¡Estúpido pensarlo!

Sin embargo, bajo presiones de un grupúsculo tan alérgico a los EE.UU., que hasta llegaron al intento de oficializar un “movimiento político” al que llamaron Tohally (que no cuajó), el presidente Inocencio Correa, para cumplir con  el compromiso adquirido con quienes colaboraron con $ 500.000 en su campaña electoral (desde las selvas de Colombia), tomó la decisión de mandar sacando de la Base Aérea de Manta a los gringos de la FOL, según la reciente denuncia de Alexander Duque, exguerrillero de las FARC, quien bajo juramento asegura que el intermediario o portador de los billetes fue un conocido radiodifusor quiteño, exministro y exasambleísta en tiempos del correato.

Los resultados del insólito pacto están a la vista ahora en las primeras páginas de la crónica roja: ¡Toneladas y toneladas de drogas juegan al pepo en tierra, mar y cielo ecuatorianos!

Por ventura, el presidente Lenín II ha entendido la jugada y acaba de dar el primer paso para el retorno de la FOL a Manta. Así sea.