Las tareas se realizan con recursos propios, es decir, sin un solo centavo de la Secretaría Técnica de la Reconstrucción, informó Ángel Castro, secretario del Comité Barrial La Dolorosa, gremio que ha liderado la recuperación del templo tras el terremoto del 2016, que la afectó gravemente.

Castro aclaró que la mayor inversión la realiza la Arquidiócesis de Manabí, aunque no precisó el valor. Solo añadió que a la Iglesia le toca poner 40 mil dólares como contraparte. Pero ese dinero no lo tienen. 

“Estamos planificando varias actividades que nos permitan recoger ese valor, ya que ninguna autoridad, funcionario ni el Gobierno han tenido la voluntad de apoyarnos”, recalcó Castro. 

El reforzamiento de las columnas durará todo el año, por lo tanto el Comité y la propia Iglesia tienen cuatro meses para recolectar el dinero.

De no hacerlo, los trabajos se extenderán. Pero si lo logran, el reforzamiento de las 45 columnas estará máximo en enero de 2019. 

“Luego de eso nos toca seguir haciendo más actividades porque necesitamos unos 50 mil dólares adicionales para reparar lo que es mampostería, bancas, cerámicas, vitrales y la pintura”, agregó el dirigente. 

Insiste. Patricia Delgado, miembro también de la dirigencia barrial, insiste en hacer un llamado público al Comité de Reconstrucción para que contribuya en la recuperación de la iglesia. 

Por ahora, el templo seguirá funcionando en una choza cerca del lugar.