A partir de esa fecha, todas las calles del antiguo mercado de Tarqui deberán estar habilitadas al tránsito vehicular y peatonal, según el compromiso público que asumió la Corporación Nacional de Electricidad (Cnel). 

Los mayoristas coinciden en que apenas el movimiento comercial tome fuerza en la zona regresarán para reabrir sus negocios. Pero no tienen una fecha clara de cuándo ocurriría aquello, solo creen que ese proceso de reactivación económica podría tardar de uno a cuatro años. 

Además, agregó Kirie Bravo, hay otra razón que los detiene a retornar pronto a Tarqui: las deudas económicas que ellos adquirieron para volver a levantar sus negocios afectados por el terremoto del 2016. 

Bravo es el administrador de la zona comercial contenerizada del Nuevo Tarqui, que hoy acoge a 250 comerciantes mayoristas que salieron del antiguo mercado tras la tragedia de hace más de dos años. 

Recordó que en esa época cada uno invirtió miles de dólares en montar nuevamente su negocio. Todos lo hicieron en contenedores que fueron divididos en 325 locales comerciales, y cuya inversión en mercadería e infraestructura supera los 20 millones de dólares, asegura la administración. “En esta zona contenerizada hemos hecho una inversión millonaria después del terremoto, dinero que nos tocó prestar y que hoy muchos de nosotros aún estamos pagando. Por esa razón no es fácil decir que este mismo año o el próximo nos regresamos al antiguo Tarqui. No tenemos por ahora los recursos para volver a construir allá”, dijo. 

Con él coincide Marcos León, quien después de la emergencia optó por seguir trabajando en la zona contenerizada, a pesar de que es un comerciante minorista. Para hacerlo, prestó 5 mil dólares que aún está pagando, con lo cual adquirió el contenedor donde vende plásticos.

 

El mercado. El Municipio de Manta cree que la construcción de un nuevo mercado en Tarqui dará “vida comercial”. La obra, valorada en unos 15 millones de dólares, es un proyecto por el momento. 

El cabildo ha planteado esa necesidad al Comité de Reconstrucción. 

Sin embargo, Kirie Bravo sostuvo que esa no es la solución. Al contrario, añadió, la obra terminará afectando y dividiendo todo el comercio del Nuevo Tarqui, una infraestructura que se construyó para albergar a los más de 1.800 comerciantes minoristas y cuyo costo de inversión superó los 13 millones de dólares.