“Anunciamos con orgullo que por fin Ecuador tiene una política de defensa, de seguridad y desarrollo para la frontera norte”, dijo el presidente, quien censuró que en los últimos meses “en esa zona han ocurrido sucesos que nos indignan”.

Agresiones. Desde enero pasado la zona ha sido escenario de ataques con explosivos que han cobrado las vidas de cuatro militares ecuatorianos y dejado a decenas de heridos, además de la captura y asesinato de tres trabajadores de un diario local y el secuestro de dos civiles, aún en paradero desconocido.

Las agresiones han sido atribuidas por las autoridades de Ecuador y la vecina Colombia a un grupo armado disidente de las FARC, autodenominado “Oliver Sinisterra”, bajo el mando de un individuo conocido por el alias “Guacho”.

Indiferencia. Moreno aseguró, “con total firmeza” tras las presentación del plan, “que se acabó la indiferencia estatal”.

“No podemos permitir que la paz social sea perjudicada por bandas delincuenciales, sobre todo dedicadas al narcotráfico, no vamos a permitir que nuestra gente viva con miedo”, aseguró.

La actividad repasó un decreto ejecutivo emitido el pasado viernes y que establece, entre otros, “que el Estado, a través de los cuerpos de seguridad ejercerá un control efectivo del territorio en los espacios terrestre, acuático y aéreo”.

Además garantizará el ejercicio de los derechos y libertades de la ciudadanía, con el fin de que se asegure su desarrollo integral y evitar su desplazamiento.

Para tal finalidad, Ecuador tiene previsto “adoptar mecanismos de articulación intersectorial y de multinivel que armonicen los objetivos y políticas del Consejo Sectorial de Seguridad, Comité Nacional de Seguridad Integral Fronterizo para el desarrollo integral de la población en la frontera norte”.