Esto permitirá tener un amplio enfoque para lograr el progreso de una manera ordenada, anticipando las necesidades, coordinando esfuerzos y estableciendo una vía hacia un horizonte de éxito y prosperidad.
Este proceso se debe construir bajo un marco de participación conjunta entre el GAD municipal (como proponente) y los líderes locales (públicos y privados), para trazar una hoja de ruta que llegue a los ciudadanos y los incentive a involucrarse en la construcción de una visión colectiva, para salir de la situación crítica por la que se atraviesa en estos momentos.
Tal impacto transformador no debe ser producto de la espontaneidad, las ciudades que no planifican activamente su futuro probablemente se queden sumidas en el atraso, con difícil acceso a vivienda, empleo, tecnología y seguridad.
Para evitar que Chone complete el camino hacia este nefasto escenario, la administración municipal (alcalde y concejales) deben estar dispuestos a identificar las oportunidades y gestionar los riesgos, con una información fiable que identifique temas urgentes sobre la situación actual de la localidad.
Así se lograra adquirir la capacidad de hacer enlaces entre la visión a largo plazo y acciones a corto plazo.
Para lograr este objetivo, lo ideal es que el municipio contrate un estudio técnico de desarrollo de la ciudad, con una proyección no menor a 20 años y que contemple planes urbanísticos, obra pública, planes de vialidad, turismo y transporte, medio ambiente, crecimiento poblacional, plan integral de seguridad y plan para incentivar la inversión local y externa.
La ciudad de Chone no tendrá que operar necesariamente en solitario para lograr el bienestar colectivo a través de la implementación de esta iniciativa, debido a que su presencia se asociará a todo el territorio que la rodea (parroquias, sitios, poblados, etc.) con el que comparte recursos y oportunidades.
Además, se debe superar los límites cantonales entablando relaciones bilaterales con otras ciudades dentro de la provincia, el país y fuera del Ecuador.
Esto abrirá un abanico de posibilidades, como acceso a nuevas tecnologías, espacios de mercado para comercialización de materia prima y productos, intercambios culturales, etc. etc.
Solo es cuestión de que el cabildo tome la decisión, se comprometa y lidere este proceso de cambio.