El salón de clases se veía intacto, y encima de la pizarra se leía la palabra “bienvenidos” que ella había colocado al inicio de clases.  

La maestra de 40 años murió el domingo, junto con tres parientes, en un accidente de tránsito ocurrido en el sitio Río Caña de Montecristi, y ayer le hicieron una capilla ardiente en la escuela Kerly Quijije Mero, donde tenía tres años trabajando. 

Su féretro fue colocado en el patio de la institución junto al de su hija Yulexi Anchundia, de 16 años de edad, quien también murió en el percance. La escuela está ubicada en el sitio Cárcel Fronterizo, y alrededor de los ataúdes estaban sus alumnos, compañeros, padres de familia y algunos familiares.

Cuando el coro entonó la canción “Nadie es eterno en el mundo”, algunos profesores soltaron el llanto. Los alumnos contemplaban los ataúdes.

En este accidente también falleció la suegra de Adela, Rosa Anchundia (79), quien fue velada en Río Caña, y su tío político Pedro Anchundia, quien fue trasladado a Guayaquil, donde viven sus hijos. Él tenía 15 días de haber llegado de España, donde llevaba varios años trabajando. 

La mejor. La profesora Adela Anchundia fue condecorada el 8 de marzo como la mejor maestra de la escuela Kerly Quijije Mero. 

La distinción la recibió en Manta, en un evento realizado por el Día de la Mujer, recuerda Roxana Lucas, directora de la institución.  

“Ella era una mujer entregada a su trabajo. Era una excelente maestra y muy profesional”, expresó.

Adela daba clases a los alumnos del segundo año de Educación Básica. 

La profesora María Delgado contó que siempre viajaba con Adela porque ambas vivían en Bajo de Afuera, y juntas se dirigían a dar clases.

“El viernes, que la vi por última vez, me contó que había preparado una actividad con los niños por el Día del Padre. Era una profesora muy feliz, buena amiga y excelente compañera”, manifestó.

Alfredo Anchundia dijo que la muerte de su hija lo ha dejado conmovido. Él y su esposa, Aura Vera, piden justicia por la muerte de la profesora.

“Era una hija solidaria que no merecía morir  en un accidente. Por eso pido a las autoridades que no dejen libre a la persona que está detenida”, expresó la mamá de la maestra. 

Por este accidente de tránsito está preso Luis C., conductor de la camioneta  Ford azul, mientras que  Nixon Anchundia, conductor del otro vehículo, permanece con resguardo policial en el hospital del IESS. Él es el esposo de la profesora, y sobrevivió junto con su hija Romina, de 12 años de edad. Ambos siguen graves y están hospitalizados.

El choque se produjo el domingo en la madrugada, cuando Nixon iba con su familia desde el sitio La Unión rumbo a Los Bajos de Montecristi, pero al pasar por el cementerio de Río Caña ocurrió el impacto.

El policía David Salazar, perito del Servicio de Investigación de Accidentes de Tránsito (SIAT), informó que el conductor de la camioneta doble cabina se dirigía desde Montecristi hacia el cantón Puerto López. “En el auto viajaban los cuatro fallecidos y los dos sobreviviente, mientras que en la camioneta solo iba el conductor”, explicó el oficial.  

Este hecho se investiga como choque frontal excéntrico con fallecidos, lesionados y daños materiales. Los carros quedaron destruidos en un 60 por ciento en la lata, parabrisas, puertas, motor y capó. 

La Fiscalía de Montecristi inició las investigaciones  para determinar si el accidente se produjo por exceso de velocidad, falla mecánica o invasión de carril, debido a que el impacto se produjo cerca de una curva.  Los peritos del SIAT tienen diez días para levantar un informe sobre huellas, indicios y vestigios encontrados en el lugar del choque. Los cuerpos fueron sepultados ayer.