“No soy una modelo”, manifestó la brasileña en una reciente entrevista con la revista Vogue que recogen medios mundiales. 

“El modelaje es mi trabajo, es una carrera que he tenido que asumir. Me permitió ver el mundo y me pagan bien, pero nunca fue mi identidad”, añadió.

 

>su impacto. Bündchen, que es madre de dos niños,  irrumpió en el mundo de las pasarelas mundiales en los años 90, cuando el prestigioso diseñador Alexander McQueen la eligió para desfilar en un show primavera-verano. 

Desde allí, tras su espectacular debut como modelo internacional, ella se convirtió en la “maniquí del momento”, adorada por las grandes firmas de moda.

En 1999, la famosa obtuvo su primera portada de la edición estadounidense de la revista Vogue y llegando el año 2000 estaba encabezando los principales desfiles de la semana de la moda en Nueva York de los diseñadores más importantes, como Marc Jacobs, Michael Kors, Dolce & Gabanna y Christian Dior.

 

>más declaraciones.

Sin embargo, ante su éxito arrollador, ahora Gisele defiende que nunca se ha acostumbrado a toda la atención que le ha dado el modelaje. “Soy de cáncer. Al pequeño cangrejo le gusta su casa, su santuario, todo lo que es acogedor”, explicó Bündchen también a la revista.

Vale mencionar que durante 14 años ella fue la modelo mejor pagada del mundo. 

Admite también  que siempre fue hogareña y nunca se interesó por las fiestas y el brillo de Hollywood. 

“Yo miraba todo el caos, pero nunca me acercaba mucho. Habían drogas, mujeres que iban y venían, algunas que lograban el éxito, otras que iban por el mal camino. Yo nunca fui una mujer de fiestas”, reiteró Bündchen.