Con insistencia se ha demandado liderazgo de las autoridades para lograr ese objetivo, insistiéndose que, por deducción, los esfuerzos deberían ser generados desde el organismo rector del desarrollo territorial, como es el Consejo Provincial o Gobierno Provincial de Manabí.

Y la opinión tiene su razón, pues es la entidad que congrega oficialmente a los principales de los gobiernos cantonales, desde donde deben programar las obras destinadas a fortalecer el general progreso manabita.

Sin embargo, al parecer esto es una elucubración, puesto que en su interior como que hay mucha tela que cortar, presumiéndose que en la misma entidad hay diferencias impulsadas por particularidades que impiden una mejor relación.

Ayer se hizo público un manifiesto de respaldo al Prefecto de Manabí, firmado por 18 alcaldes de la provincia que cuenta con 22 cantones en su extenso territorio. En ocasiones anteriores, cuando se trató de respaldo al anterior gobierno nacional, fue unánime el pronunciamiento de la corporación. 

Quizá se trate de un caso especial, pero sí ilustra los constantes desacuerdos existentes en nuestra manera de proceder, que aíslan las buenas intenciones cuando éstas pueden sucumbir ante otros intereses que no apuntan al mismo objetivo. 

Así se hace difícil contar con aquella unión requerida.