Buscar respuesta a las incoherencias de las decisiones de las autoridades, inmiscuirnos en asuntos que deberían investigar y fiscalizar los asambleístas y autoridades de la provincia, son los temas que a diario cruzan por mi mente; hoy nuestro tema es la salud, pues sin ella no podemos hacer nada, en ella está nuestra vida, involucrarnos y ser protagonistas de la defensa de ella en Manabí no es solo una razón sino un compromiso de todos.

Desde hace unos días, que ya son meses, nos unimos varios grupos sociales, de gremios, cámaras y asociaciones, tratando de hacer entender a las autoridades de salud que nuestra provincia no puede padecer más de las deficiencias en atención a los enfermos; que el sistema de salud de nuestra provincia lo han dejado de lado; y por qué no decirlo con todas las palabras “está en emergencia”. 

Lo han dejado para después, pues no se justifica, bajo ningún concepto, argumento o explicación, que una repotenciación de un hospital dure 7 años, que la construcción de otro lleve ya 5 años y que los hospitales de Manabí, caídos con el terremoto, aún no se construyan. 

Titulé este artículo, el Costo-Beneficio; tal vez con la intención de que quienes lo lean, en especial las autoridades involucradas, entiendan por lo menos que, a pesar de todo lo que se ha gastado, aún no tenemos un beneficio directamente proporcional a la inversión. Que decir se gastaron tantos millones y aún no se termina la obra, a pesar de haberse basado en un presupuesto, en una partida presupuestaria y en un cronograma de trabajo, es burlarse de la inteligencia de los manabitas.

Hacer un análisis de costo beneficio es un estudio del retorno, es un análisis imprescindible para la toma de decisiones de cualquier tipo de empresa, organización o institución. En el aspecto de salud, que es un aspecto social, debería reflejarse en la mayor parte de atenciones médicas y soluciones hospitalarias que puedan brindarse;  pero no, hoy tenemos una inversión hecha en salud que quieren tirar al traste, para justificar ante la ciudadanía la “inversión” realizada.

Entonces para qué se realizaron inversiones de repotenciación para un hospital nivel 2, si lo iban a desmembrar y dejarlo que funcione solo como maternidad; para qué una inversión de un hospital nivel 3 presupuestado y gastado, sin haberlo terminado, para decir ahora que el hospital nivel 2 Dr. Verdi Cevallos se traslade al de especialidades. No existe fuerza en la sinrazón y no se puede jugar con el derecho y la inteligencia de los manabitas. 

Es hora de que las autoridades exijan por Manabí como corresponde; es hora de que los manabitas exijan a sus autoridades que se construyan los hospitales caídos en el terremoto, con la plata de la reconstrucción.

No más atentados a la salud, no más trabalenguas de las autoridades para confundir al común de los ciudadanos; no más intereses mezquinos y personales.