En el rostro lleva una mascarilla y en las manos una linterna. En los pies las aletas y en la espalda el tanque de oxígeno.

Así visten ocho buzos de la Policía que se han convertido en los cazadores de droga en el puerto de Manta. Cuando reciben una alerta del arribo de un buque al muelle internacional, ellos se colocan el traje e inmediatamente inspeccionan la nave. A veces se sumergen hasta 15 metros de profundidad en busca de cocaína oculta en el doble fondo de las embarcaciones. 

Uno de los buzos, que por seguridad evitó revelar su nombre, informó que en las inspecciones primero verifican las barandas, luego las hélices y por último las rejillas de los barcos porque son lugares más utilizados para esconder la droga en todo el mundo.

Las inspecciones las hacen todos los días de acuerdo al destino que tenga la tripulación. También revisan los cascos metálicos de los buques para detectar si llevan o traen droga en el doble fondo.

Los ocho buzos integran el Grupo Especial Móvil Antinarcóticos (GEMA) de la Policía y desde hace cuatro años trabajan en el puerto de Manta, pero nunca han encontrado droga. 

Sólo se han registrado dos casos a nivel nacional: uno en Puerto Bolívar, en Machala, y otro en Guayaquil, cuando detectaron que dos embarcaciones remolcaban cargas de droga.

“Nosotros luchamos contra las garras del narcotráfico que intentan contaminar los buques y las lanchas de los pescadores”, agregó el agente.

Víctor Zárate, jefe de la Policía, informó que en Manta operan tres unidades de inteligencia en el puerto que buscan combatir el narcotráfico. En este año han capturado seis cargamentos de droga cuando estaban a punto de salir por las playas de Manta hacia México.

Inspección.  El mes anterior incautaron en Guatemala un cargamento de cocaína  en un buque mercante que estuvo en Manta abasteciéndose de combustible.

Por eso el capitán sospecha que las tres toneladas de cocaína fueron subidas  en altamar y no el puerto de Manta.

Nivela manifestó que la Capitanía cuenta con una red internacional donde verifican la información de las embarcaciones  que llegan a la ciudad. En  ese programa confirman el destino y lo que transportan las naves. “Por ejemplo, si sale una embarcación de Manta rumbo a Callao en Perú, la autoridad marítima de ese país verifica el estado del barco. Así mismo sucede cuando llegan los barcos de otros países a Manta”, explicó el oficial.

Cuando la nave llega al puerto, acude un equipo de marinos a autorizar el arribo de los tripulantes y luego verifican su estado de salud. Además, la nave es revisada por las autoridades de la Aduana, y un equipo de militares de los Guardacostas de la Armada verifica los documentos de la embarcación. 

“La inspección también se la hace cuando zarpan las embarcaciones. Aduana verifica la mercancía que llevan”, expresó.

Cargas de droga. En este año han incautado más de 10 embarcaciones de Manta en aguas internacionales con cargas de droga. El capitán confirmó que aquellas naves salieron desde el puerto de Manta pasando todas las inspecciones de seguridad, pero sospecha que subieron la cocaína en altamar.

El capitán manifestó que  los cargamentos son transportados con “cierta facilidad” porque el área marítima es cinco veces más grande que el territorio ecuatoriano.

Nivela reconoció que en Manabí existen algunas playas abandonadas donde los narcotraficantes embarcan las cargas de droga; sin embargo, aseguró que la Armada del Ecuador mantiene los operativos en altamar de forma permanente a través de los aviones de la exploración marítima y las  guardacostas del Batallón de Infantería Marina de Jaramijó.