Actualizado hace: 931 días 10 horas 14 minutos
Todo cambia
Son cubano, una tradición de la que no se habla

En épocas pasadas, los taxistas se negaban a ir al callejón. Razones no les faltaban porque allí la bala zumbaba los fines de semana.

Viernes 25 Mayo 2018 | 11:00

 “Una bala perdida alcanzó a Nelia de las Mercedes Bazurto, de 60 años de edad.  Según testigos, la mujer llegó hasta el Son Cubano  a visitar a un familiar y al intentar subirse a un bus fue victimada”. La nota apareció en este medio en el 2011 y resume, en parte, lo que ocurría en ese barrio en épocas pasadas y no tan pasadas. Pese a esta triste tradición, sus moradores prefieren hablar del hoy y del “ayer bueno”.

Gloria Velásquez llegó cuando tenía 5 años y la calle era de dos metros de ancho, solo peatonal.
“Mi papá, Mario Velásquez, tuvo la iniciativa de donar dos metros de tierra hacia afuera para que la calle se ampliara. Otros vecinos hicieron lo mismo”, recuerda la señora Gloria.
Eso era en el año 1961, no había agua -la ciudad entera no tenía agua- y la luz llegaba de otros sectores por medio de postes de caña. Luego se legalizó para alegría de todos.
Por los años 80 abrió el Son Cubano, un bar al que no solo hicieron famoso las balaceras que allí se daban, “sino también un pescado riquísimo, con plátano y ensalada, pero sobre todo la música, una música que no se encuentra en ningún lado”, según doña Gloria.
El lugar tuvo tanta influencia que pocos saben que el callejón se llama María Auxiliadora y no Son Cubano, como todos lo conocen.
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