El hombre tuvo una muerte dolorosa. El sábado 28 de abril del 2018 fue atropellado por un carro en el sitio Mejía.

El impacto le causó lesiones de consideración que le quitaron la vida horas después mientras recibía asistencia médica en el hospital Verdi Cevallos de Portoviejo.

Por eso la familia Loor-Solórzano está molesta; se los nota resentidos con el conductor que esa noche de sábado embistió a Héctor y lo dejó botado en la carretera, en el espacio de la ciclovía.

“Lo dejaron tirado como cualquier cosa. Era un ser humano que merecía seguir viviendo para sus hijos”, dijo Gisela Loor.

 

>chao mamá.  Con esas palabras Héctor se despidió de su madre luego de visitarla horas previas al percance.

“Estaba contento por el trabajo. Unos días lo noté triste, porque estaba desempleado, pero poco a poco se fue contentando”, recordó Gisela.

El 28 de abril terminó su labor al mediodía. Luego fue a su casa localizada en el mismo sector, donde permaneció hasta las 17h00. 

Y como era muy allegado a su mamá no perdió tiempo para ir a saludarla, donde merendó y salió a las 20h40. De allí no supieron más hasta que los vecinos llegaron con la mala noticia. 

 

>FATAL.  La hermana del accidentado mencionó que esa noche fue la más larga de su vida, sufriendo, orando y rezando para que su pariente saliera airoso del momento crítico en que se encontraba; aunque los médicos desde el primer momento dieron pocas esperanzas de vida ante los golpes en el cerebro.

A las 09h00 del domingo les dieron la noticia fatal y con ello se alargó el sufrimiento de los dolientes, ya que debió ser llevado al centro forense de Manta. El cuerpo les fue devuelto a las 23h30.

Héctor volvió al país luego de 18 años de haberse radicado en Venezuela, donde trabajaba como conserje en una escuela particular, pero la crisis económica lo obligó a volver a su tierra natal para luchar por el futuro de su esposa e hijos.

De acuerdo a la hermana del fallecido, su meta era terminar la casa para su familia, la cual quedó a medias, solo fachada y sin divisiones internas.