Tras competir en los realities ‘Combate’, ‘Atrevidos’ y ‘Soy el mejor’, la modelo rumana se ganó al público ecuatoriano y desde entonces la siguen, no importa donde esté. 

Ahora, más de once mil kilómetros y un océano la separan de nuestro país, pues se encuentra en su natal Rumania. Sin embargo esto no le impide sentir cerquita el cariño de la gente. “Sin ni siquiera llegar a Ecuador para hacer promociones, somos número dos en las radios y tenemos medio millón de reproducciones en nuestro vídeo de YouTube, no lo imaginamos y se lo debo  a mi público”, comentó muy emocionada a El Diario desde su país, donde asegura que la están conociendo como ‘La rumana que conquista a Ecuador’.

En medio del éxito musical, Oana adelantó que volverá a Ecuador en junio y de ahí viajará “hasta donde la música me lleve”. 

Y es que Oana nunca imaginó que la primera canción de su carrera musical iba a llegar a sonar en países como Brasil, Estados Unidos y España, además de su natal Rumania y Ecuador. 

De hecho, esto la llevó a crear el ‘Duro shake’, un reto que ha tenido gran acogida en redes sociales y que consiste en mover las caderas al ritmo de su canción. 

Hasta ahora ha sido un ‘challenge’ libre, pero ayer la ojiverde publicó un tutorial enseñando a bailar ‘Duro’ con pasos de twerking (rebote del trasero).

En eso, Oana es experta, pero no es lo que siempre va a proyectar. 

 

En la música. La artista anticipó que en sus próximas propuestas musicales sacará a flote otro lado de Oana, pues prepara un trap y una canción en género reggae. 

Dice que en el reggae será muy niña, muy dulce, eso sí, no dejará de lado su pizca de sensualidad, que es parte de su esencia.  “Seguiré siendo sensual, sin ser vulgar. Será totalmente otro género, habrá muchos cambios, soy muy camaleónica”, afirmó entre risas. 

Su versatilidad se demuestra en ‘Duro’, pues fusionó ritmos latinos y europeos. Esto también se expone en su vídeo, grabado en República Dominicana. 

Inicialmente varias escenas iban a ser grabadas en Ecuador, pero problemas en cuanto a permisos lo impidieron. “La disquera nos mandó a República y lo que mucha gente no sabe es que yo me produje toda, el vestuario, maquillaje, todo. Me levantaba dos horas antes para alistarme y salir a la playa a grabar”, relató la exchica reality. 

Ella cree que todo fluyó para que el clip saliera bien. Incluso, la iguana que sale en su vídeo fue parte de las circunstancias: un señor que caminaba por el balneario se la prestó y grabaron las tomas. 

La artista está convencida de que su música no tendrá fronteras. “Iré donde la música nos lleve, nos toca trabajar más de lo que esperábamos, pero estoy feliz. Ya no trabajo para un programa, es un trabajo para mí, es lo que siempre he soñado”, refirió antes de suspirar profundamente por la alegría.

Agrega que lo que está viviendo no es solo su sueño, es también el de su papá. Él era un cantante de orquesta en un pueblo de Rumania, pero cuando Oana era una bebé abandonó el oficio para sacar adelante a la familia. 

Esto explica los sueños en los que ella se imaginaba en un escenario y no entendía por qué. Lleva la música en la sangre y es el orgullo de papá, finaliza.