Actualizado hace: 931 días 6 horas 54 minutos
El lebrel del cielo
El lebrel del cielo
Por: Libertad Regalado
[email protected]

Jueves 24 Mayo 2018 | 04:00

“Un canto sobrehumano de dolor y amor” así lo describe el padre Aurelio Espinoza Polit, quien hace la semblanza y los comentarios en este libro publicado en Quito el año 1948.

Hace unos años el Padre Ángel Bernal, sacerdote redentorista, puso en mis manos este libro, con la certeza de que su lectura causaría desasosiego y motivaría más mi fe. 
Esa misma tarde 55 páginas destinadas a la semblanza del autor pasaron ante mis ojos, dejando el poema y los comentarios para otro momento. 
Ángel, como buen hijo del Lebrel del cielo, hace unos días volvió a visitarme y a preguntarme si había leído el libro. 
En estos días de unas merecidas vacaciones lo retomé y no quiero ser egoísta con el tesoro literario, filosófico y espiritual que este libro encierra. 
El poeta Francis Thompson es el autor de esta sublime oda (publicada por primera vez en el año 1890) magistralmente analizada por el padre Aurelio.
Son 182 versos que narran la vida del autor, de esa huida, rendición y hallazgo de Dios. “De ese esconderse de su perseguidor”. 
La angustia de esa alma en desigual contienda con el Lebrel que lo apremia. 
Quienes en nuestra infancia con el bautizo recibimos a Dios, lo aceptamos en nuestras vidas, le dimos cabida en nuestro interior, difícilmente podemos huir de Él, es la luz que nos guía, los ojos que nos vigilan, la voz que resuena en nuestra conciencia, los pies que nos persiguen. 
Aunque trates de olvidarlo, de dirigirte por otros rumbos, de traicionarlo.
Él está allí para abochornarte con su amor y lealtad; cuántas veces hemos transitado por oscuros laberintos, tratando de escapar, de escondernos de esos relámpagos de conciencia. 
Cuántos días y noches nos hemos perdido en aquellos extraños placeres de la vida y huido de su amoroso manto, de su aliento y consuelo.
Estos versos que cierran partes del poema, que son un recurso de ilación del pensamiento y unidad del poema nos dicen del poder de este cazador divino: 
“Todo, pues Me traicionas, te traiciona/ No Me abrigas, nadie te abriga/ Tú no Me alegras, no te alegra nada/ Todo huyó de ti, porque me huías/ De ti echaste el amor cuando me echaste”. 
Este libro ayuda a entender el verdadero significado de Él en nuestras vidas, nos hace entender que todo está en Él, que sin Él no tenemos ni somos nada, que el camino de la felicidad está en Él.
Su lectura es necesaria para reencontrarnos con el sublime amor: Dios. 
 
  • ¿Qué te pareció la noticia?
  • Buena
  • Regular
  • Mala

Recomendadas para ti:

Más noticias