El hospital de Especialidades se contrató desde el año 2013, porque fue un pedido a gritos de un pueblo que, cansado por la falta de infraestructura hospitalaria especializada, exigía la construcción de esta casa de salud. Han transcurrido 5 años desde esta contratación, y la plata no ha alcanzado ni el cronograma se ha cumplido. 

Cuando se contrata una obra existe un presupuesto, el mismo que nos garantiza que están los dineros para terminar la obra; además, que hay una fiscalización que vigilará y exigirá que la obra se ejecute a satisfacción en el tiempo previsto. ¿Dónde están esos estudios? ¿Dónde están los fiscalizadores? ¿Por qué están utilizando una infraestructura no terminada y que no brinda las seguridades para lo que fue construida, pues ni los accesos han sido concluidos?

Y qué no decir del sinnúmero de equipos, herramientas e insumos inexistentes; y de los médicos especialistas ni hablar. Ahora todo está siendo trasladado del hospital Verdi Cevallos. ¿Por qué están utilizando lo que corresponde a una casa de salud para llevarla a otra? ¿Será acaso que ya no será hospital de especialidades? 

El reclamo para que las obras se terminen y se las realice es un cuento de nunca acabar; aquí en Manabí han tenido que haber paralizaciones, muerte, desastres, para que las autoridades sordas y mudas que nos representan puedan intervenir. Desde hace mucho tiempo Manabí no ha sido bien representado; con honrosas excepciones diríamos que aquí en Manabí nuestras autoridades solo se han preparado para satisfacer sus propios intereses, porque el verdadero sentir del pueblo, pregúntenles si les importa.

Ahora yo pregunto: ¿Por qué el señor alcalde acepta que se inicien labores en obras inconclusas? ¿por qué no hace respetar a Portoviejo? Para eso fue elegido, para que nos represente y no permita abusos de autoridad desde el gobierno central o de sus instituciones. ¿Por qué permite que las plazas de trabajo del portovejense sean manejadas desde Quito o Guayaquil? Ya basta de no querer escuchar, ya basta de actuar bajo la consigna de construir obras que no son prioritarias; es el momento de unirse a su pueblo, a éste que pide respeto y atención en algo tan prioritario como es la salud. Ponga atención y oídos, hay que pensar también en el costo-beneficio. No recibamos dádivas de salud para contentar a algunos, necesitamos una atención eficiente, real y segura, e-s-p-e-c-i-a-l-i-z-a-d-a.

Se han feriado los fondos de la reconstrucción y hoy Manabí está en terapia intensiva con respecto a la atención en salud después del terremoto. Han pasado 2 años, no hay hospitales.   Pedernales, Chone, Bahía y Portoviejo están en espera; yo diría con bandera roja por la emergencia. Y aún los asambleístas no dan la cara, ¿qué esperan………..?

En una mente desordenada, como en un cuerpo desordenado, el sonido de la salud es imposible.-Cicerón.