En agosto, mes del turismo y del rescate a la cultura ancestral, se caracteriza por sus festivales gastronómicos comunitarios, que fomentan la economía popular y solidaria y fortalece el tejido social.

Desde el punto de vista económico, su fortaleza radica en la concentración de la producción del camarón, que incide de manera directa en la economía local.

En esa línea es importante mencionar, que desde el gobierno nacional y el gobierno municipal hay una fuerte inversión publica en proyectos y obras emblemáticas históricas.

Pedernales hoy cuenta con un mercado moderno operativo y pronto terminal terrestre, sistema de agua potable, soterramiento de la red eléctrica en el casco central, obras que se entregaran en los próximos meses. 

Además, parques y canchas en diferentes sectores populares, infraestructura que en el mediato plazo provocarán el desarrollo del cantón, mejorando la calidad de vida de los pedernalinos.

El desafío es grande desde la administración pública, convertir la infraestructura en modelos de gestión que ofrezcan servicios de calidad.

Sin temor a equivocarme, considero que Pedernales ha dado pasos agigantados en el desarrollo, ya que tan solo con 26 años de vida política cuenta con obras emblemáticas, en relación a ciudades como Portoviejo, que con 197 años de vida política recién se cristalizan, ciudad que hoy es referente de modernidad, administración pública y de servicios.

La tarea fundamentalmente radica en los servidores públicos y en la clase política local. Por un lado se necesita un servidor público con alto compromiso social y con visión de desarrollo, a tono con las demandas históricas del momento. Al frente, una clase política con la madurez suficiente para dejar posiciones partidarias, para hacer sinergia por los grandes objetivos del cantón en un nuevo pacto social, dejando a un lado las maquinarias electorales destructoras de la honra y el sano debate, donde la demagogia sale de gala seduciendo al ingenuo.

Sin duda alguna, sobre los hombros de los servidores públicos recae una responsabilidad estratégica y sensible, son una categoría social intermedia catalizadora de la demanda ciudadana, pero fundamentalmente son agentes de transformación que generan cultura organizacional y políticas públicas de impacto. !Lo estamos logrando!!!