Esta situación hace necesario impulsar los esfuerzos para aumentar la concientización y el conocimiento sobre la enfermedad y las iniciativas para facilitar el acceso a tratamiento adecuado, acorde con las condiciones de cada afectado.

Geoconda Mendoza es del grupo de los hipertensos controlados. Ayer fue atendida en el hospital Verdi Cevallos y, mientras se le tomaba la presión en una camilla, contó su experiencia con la enfermedad.

Testimonios. “Nunca tuve síntomas de hipertensión hasta hace tres meses que tuve un preinfarto”, dijo Mendoza, quien hizo un llamado a las personas a que se cuiden, busquen un médico y le pongan atención al problema.

Mendoza es paciente del doctor Cristhian Vera, médico especialista del centro hospitalario, quien indicó que dos tercios de la población mayor a los 65 años sufre de esta dolencia. 

“Después de los 65 años, las personas corren el 90% de probabilidades de ser hipertensos, pero, a pesar de esto, la enfermedad es modificable, es decir, controlable”, indicó Vera.

Causas. Los motivos de la hipertensión, en un 95% de los casos, se ignoran, pero hay pacientes predispuestos, que tienen una dieta rica en sal, que no hacen ejercicio, a lo cual se suma el estrés laboral. 

De los 40 pacientes que Vera atiende diariamente, el 70% es por problemas de hipertensión, es decir, 28.

Según el especialista, cuando una persona supera los 139 de presión sistólica y los 84 de presión diastólica, de forma sostenida, ya que hay variaciones, puede considerarse hipertenso.

“Caminar y tener un estilo de vida sano es otro tipo de pastilla”, manifestó Vera, quien hizo hincapié en las medidas preventivas.

Herencia.  José Herrera sufre desde hace 10 años de hipertensión. Para controlarse toma en las mañanas Losartán de 100, Carbedidol de 5 y trata de no comer con exceso de sal. Ejercicios no hace, pues por su trabajo debe realizar rondas seguidas.

Según cuenta, su mamá falleció a causa de un aneurisma cerebral como consecuencia de los niveles altos de presión.

“Mi mamá murió de eso y creo que parte de esta enfermedad es heredada. Pienso que también me ha afectado el estrés porque, como soy guardia de seguridad, muchas veces estoy desempleado”, cuenta Herrera, de 64 años.

Lo dicho por Herrera tiene asidero científico, ya que Vera confirma que quien tiene un pariente hipertenso tiene una gran posibilidad de sufrir la misma dolencia, ya que “hay una importante carga familiar en quienes la padecen”.

De acuerdo con las estadísticas del Ministerio de Salud, en la provincia de Manabí se atendieron, por esta dolencia, 44.341 personas. Esto durante el 2017; del presente año no hay cifras.