Según informaron medios locales, durante un periodo de prueba los agentes entrenaron a dos perros para detectar con precisión los restos de semen en los lugares donde había ocurrido un ataque sexual y los animales participaron en 80 casos en los últimos meses.
Uno de los incidentes en los que se utilizó a un perro entrenado en este sentido fue el de una niña violada y, gracias a este sistema, el autor fue detenido y entregado a la Justicia.
A día de hoy, las autoridades de Holanda cuentan con cinco perros adiestrados para encontrar a violadores.
Estos perros son más precisos que la lámpara de luz azul que se utiliza normalmente para buscar rastros de esperma y que también detecta restos de sangre y saliva, pero solo en la oscuridad.