A tal punto que, en enero pasado, el exministro de Finanzas Carlos de la Torre reconoció haber tomado $300 millones de la cuenta para la reconstrucción por el terremoto del 16A para solucionar los problemas de liquidez de la caja fiscal.

De la Torre renunció a su cargo a inicios de marzo y en su lugar asumió María Elsa Viteri, exministra de Rafael Correa, quien también fue reemplazada la noche del lunes pasado por Richard Martínez, sin poder entregar la tan esperada y aplazada reforma económica a la Asamblea. 

Ministra fugaz. Es decir, ella estuvo apenas dos meses en el cargo. Aunque no se ha precisado el por qué de la salida de Viteri, ésta podría ser una decisión para tranquilizar a los mercados y conseguir financiamiento en el corto plazo. La desconfianza en el plan económico incrementó el ‘Riesgo País’ -que mide la percepción de los mercados sobre el riesgo de pago de la deuda- a casi 750 puntos.

De hecho, durante su gestión como Ministra de Finanzas en el Gobierno de Correa, el país cayó en ‘default’, al declarar “ilegal” la deuda externa. En el 2008 Ecuador dejó de pagar intereses por $30,6 millones de los bonos global 2012, que sumaban $3.200 millones. La medida cerró las puertas de financiamiento para Ecuador, que tuvo que recurrir a financiamiento chino, a tasas del 7% y 8% y plazos cortos.

Las demoras en consolidar un plan económico a largo plazo han dejado al país bastante rezagado en su carrera por resolver el déficit fiscal a un año de iniciado el actual Gobierno. A partir del 2020, Ecuador tiene que empezar a pagar los primeros bonos soberanos que emitió Correa en el mercado de capitales y, si no se han arreglado las cuentas fiscales para ese momento, será difícil conseguir financiamiento para pagarlos.

Aparte de no tener los recursos para pagar, tampoco habrá una línea de crédito abierta para poder colocar bonos nuevos que permitan pagar los anteriores.

El Gobierno de Moreno ha apostado ahora por un hombre cercano a las empresas para dirigir la cartera de Economía y Finanzas:  Richard Martínez Alvarado (economista de 37 años), titular del Comité Empresarial Ecuatoriano.

“Vivimos una urgencia en materia económica. El presidente está asumiendo la gravedad de la crisis. Y el nuevo ministro puede resultar un alivio. No importa si es de  izquierda o derecha: en economía se busca pragmatismo”, cree el analista Roosevelt Cedeño. 

En la misma línea opina el asambleísta Guillermo Celi (Suma). “Es un mensaje  positivo del Ejecutivo. Se busca generar empleo y apoyo al emprendimiento. Richard Martínez puede ser un gran instrumento para acoger inversión local y extranjera”.  

A inicios de abril, un plan económico de cuatro ejes y 14 medidas en las que se contemplaba reducir el déficit y el endeudamiento público con una mayor eficiencia en la recaudación tributaria y la reducción del déficit fiscal del 5,64% en el 2018 al 2,47% en el 2021; la austeridad institucional y la reducción del tamaño del Estado para generar un ahorro de al menos $1.000 millones anuales; el aumento de las exportaciones, etc.

Pero la falta de claridad del plan económico, lo reduciría a buenas intenciones. 

Alberto Acosta Burneo, experto económico, señala que a pesar de que en el discurso se ha hablado de austeridad, en la práctica esto no ha calado. “Las medidas buscan financiar el gasto. De los $5.600 millones que se esperan recaudar en los próximos cuatro años, la mitad se va a utilizar para incrementar el gasto corriente”. 

Para Jaime Carrera, secretario del Observatorio de la Política Fiscal, la falta de acciones concretas ha acarreado que “si el Ecuador quisiese colocar deuda en el exterior, tendría que pagar una tasa de interés superior al 11%. Una cosa es lo que anunció el Gobierno y otra cosa lo que ha hecho y dejado de hacer para tener un programa económico serio y creíble”.

A inicios de mes, la exministra Viteri no precisó si el Gobierno realizará reformas legales para seguir emitiendo deuda o si presentará un plan de ajuste fiscal. “Hay que ver hacia lo inmediato y necesario, que es la presentación de la ley económica para poner en marcha el plan económico”. 

El nuevo ministro agradeció al presidente “la confianza que ha depositado en mí para asumir el Ministerio. Mi objetivo y el de mi equipo es garantizar la sostenibilidad de las finanzas públicas y promover el crecimiento para generar empleo”.