Él compartió su conocimiento con el Archivo de la Memoria del Departamento de Cultura de la Universidad Técnica de Manabí. Su vida ha estado ligada al campo, pues es un agricultor de esos que ya quedan pocos, según sus propias palabras.
Juan recuerda que antes la gente se dedicaba más al agro y de eso vivían muchas familias. Y afirma que las nuevas generaciones se dedican a actividades aisladas a la cosecha de productos agrícolas.
A sus 69 años, Juan Mario continúa teniendo sus propios sembríos. “Tengo maíz y arroz, maní y por ahí ajonjolí también sembramos”, cuenta.
Técnica. Esa experiencia le ha dado muchos conocimientos que usa para que su cosecha sea la mejor.
“Cuando la Luna está en menguante se coge el maíz para que no se dañe. Todo eso se hacía antes. También se trabajaba con el invierno. A veces se adelantaban las lluvias o a veces se atrasaban y según eso trabajábamos”, explica Morán.
Agrega que si el maíz se coge con luna creciente se apolilla.
Esas cosas, dice, han cambiado. Ahora la gente no toma en cuenta las fases lunares y tampoco tiene reservas de producto. “Ahora toda la cosecha del maíz la venden. Antes se guardaba la mitad de un invierno a otro. Lo mismo con el café. Teníamos bodegones de café y se iba vendiendo poco a poco”, recuerda.
Pero sus conocimientos no se limitan a los productos usados en la cocina o para la cría de animales. También sabe mucho sobre un elemento usado como material de construcción por el montuvio: la caña guadúa. “Esa se siembra cuando está la luna llena. Ahí se siembra la caña para que pegue porque si no no pega”, menciona Juan.
Agrega que la caña también “se coge en menguante, porque si no se llena de polillas y queda inservible”.
Don Juan Morán también conserva algunas creencias propias de los montuvios manabitas. Él afirma que los animales anuncian ciertas cosas. “Si el perro, supongamos, aúlla hay muerto. Si el gatito se lame la mano, dicen que llega una visita”, menciona.
Tomas.Juan es devoto de San Pablo y él lo protege de las culebras. Pero además, por cualquier cosa, tiene su ‘toma’ (preparado). “La toma está hecha de aguardiente, la hiel de la culebra, nepe, zaragoza. Eso está activado en la montaña, uno se frota también la canilla y ya no le pasa nada”, afirma.