Mirian Mendoza, moradora de la urbanización, menciona que con el terremoto el problema se agravó, pues varias alcantarillas colapsaron y se aplastaron. “Por esta razón no sale el agua servida. Se queda estancada. Por eso hemos puesto tubos para sacar el agua con una bomba, que nos cuesta más de mil dólares y dura cerca de un año y medio”, explica la ciudadana. 

Medidas. La razón de este problema es que en el sector existen cerca de 15 tuberías aplastadas por el terremoto, según se informó desde Portoaguas. 

Esto es lo que impide la circulación de las aguas residuales, ante lo que la empresa plantea como solución la construcción de un colector. 

Frank Mendoza, director de Operaciones de Portoaguas, manifestó que en varios sectores se presentan inconvenientes, pero como empresa se está haciendo lo posible para solucionarlos. “El proyecto definitivo cuesta alrededor de $450.000 y está empatado al proyecto de la zona norte. En total se reconstruirá todo el alcantarillado sanitario y pluvial de la zona norte por un costo de aproximadamente $48,5 millones. Por ahora estamos evacuando las aguas con bombas que la empresa está proveyendo y a las que se les está haciendo mantenimiento constante”, menciona Mendoza.