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Dos kilómetros de contaminación

La EPAM acusa a empresas de Montecristi de generar el 95 % de contaminación en río.

Sábado 21 Abril 2018 | 11:00

En el pasado quedó la imagen del río Muerto donde hace 20 años Eduardo Jurado podía bañarse y pescar camarones de mar. 

Eso ocurría cuando la marea subía y convertía el cauce en un brazo de mar. Los habitantes de esa época acudían al sitio porque también podían capturar peces para comer en casa.
Hoy ya no hay camarones, peces ni bañistas, porque el río se contaminó en el transcurso del tiempo. 
Quienes lo cruzan ahora lo hacen ubicando piedras o palos para no tener contacto con el agua que actualmente corre por el cauce y que tiene un olor desagradable. Apesta, dice Jurado, quien es el presidente de la Junta Cívica de Los Esteros, parroquia por donde pasa el río. 
Guido Quijije, presidente del barrio Miraflores, subió hace varios días a Facebook un vídeo aéreo donde se observa un manto de agua negra que rueda por el río y que termina desembocando frente a la playa Miramar.
Él aseguró que la grabación es real. Y lo aclaró porque, de lo que ya conoce, hay ciudadanos que se han quedado impactados e incrédulos al ver la dimensión de la contaminación. 
Pero, si eso parece increíble, una imagen satelital tal vez la corrobore. Basta con ingresar a Google Maps para observar la mancha negra que las aguas han formado en el mar. El tamaño de la contaminación, según proyecta el satélite, se puede comparar con la distancia que hay desde el redondel del Puerto de Manta hasta el puente ubicado frente a la fábrica Inepaca. Es decir, dos kilómetros.
La EPAM acusa. Paúl Macías, director técnico ambiental de la Empresa Pública Aguas de Manta (EPAM), reconoció la contaminación en el río Muerto y aseguró que el 95 % proviene de Montecristi. 
En ese cantón, explicó Macías, hay asentadas cuatro industrias que de manera general están descargando por día 2.400 metros cúbicos de aguas (11.500 tanques) sin el debido tratamiento. Los líquidos se envían por una red sanitaria ubicada al margen izquierdo del río, pero finalmente una parte termina rebosando, debido a que la cantidad total es muy alta para la capacidad que tiene el sistema (5 mil metros cúbicos). 
Macías recordó que la red fue construida por el Municipio de Manta entre 2011 y 2012, para recoger exclusivamente las aguas domiciliarias. Pero ahora las industrias están conectadas y ocupan el 50 % de la capacidad que tienen las tuberías, una cifra que preocupa, considerando que también sirve a miles de viviendas asentadas entre Manta y Montecristi. 
“Lamentablemente nosotros no tenemos la autorización ni las competencias para actuar en contra de esas empresas. El responsable es el Municipio de Montecristi. Manta es una víctima de un problema que viene de ese cantón”, aseguró Macías. 
De acuerdo a un análisis de laboratorio hecho por la EPAM, las aguas que descargan las industrias triplican el grado de contaminación regulado por las normas ambientales.   Fabricio Alcívar, técnico ambiental de la empresa de agua, recordó que en enero pasado el Municipio de Montecristi se comprometió, en un plazo de 60 días a partir de ese mes, a construir una planta de tratamiento en el sector Las Jacuatas, una zona cercana a las cuatro industrias, con el fin de tratar las aguas y de esa manera disminuir el grado de contaminación antes de enviarse por la red sanitaria. Sin embargo, el tiempo transcurrió y la planta no existe, reprochó.
Montecristi. El alcalde de Montecristi, Richard Quijije, desaprobó lo dicho por la EPAM referente a que el 95 % de la contaminación del río Muerto escapa del cantón que administra.
“Ese es un cálculo equivocado, porque hoy ellos (EPAM) están echando desde la planta Colorado, a la misma red, entre 3 mil y 5 mil  metros cúbicos de agua que utilizan para lavar los filtros de la planta y que luego no les sirve. Eso es mucho más de lo que descargan las industrias (2.400 m3). Ellos saben muy bien a lo que me refiero”, dijo.
Aseguró que está trabajando en tomar correctivos para disminuir un problemática que afecta a dos ciudades y que, por lo tanto, agregó, los funcionarios de la EPAM no pueden echarle la culpa solo a una parte. 
“Sabemos que hay una contaminación de las industrias, en eso estamos de acuerdo y por eso buscamos medidas de solución compartidas, pero la culpa no se le puede echar solo a una parte”, expresó Quijije. 
Y, si bien reconoció que la planta de tratamiento aún no la construye, descartó que sirva para las empresas. Dijo que funcionará exclusivamente para tratar las aguas residuales domiciliarias. 
A través de la red Twitter el Ministerio de Ambiente, de Quito, señaló que el caso es investigado por la dependencia en Manabí.  
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