En las próximas semanas, el artista nacido en el cantón Guamote, de la provincia de Chimborazo, terminará la grabación de un documental de 90 minutos en el que cuenta momentos clave de su vida.

Esta producción, a la que le ha puesto alma y corazón, se estrenará en agosto de este año y de manera simultánea será presentada en 17 países de América y Europa. 

Pese a esto, el cantante, que se hizo viral tras superar los 20 millones de reproducciones en la plataforma de vídeos con su canción ‘Torres Gemelas’, insiste en que no es famoso. 

“Soy compositor, productor, mánager, chofer”,  asegura el artista, quien  viaja por Ecuador visitando medios de comunicación para promocionar el sexto disco de su carrera que incluye 15 canciones, entre covers y temas inéditos.

Su nuevo CD, llamado ‘Delfín, hasta el fin’, deja a un lado el folclor tecnoandino que lo caracteriza y adopta ritmos “de fiesta de pueblo, ritmo 6x8 con sonidos cañaris”.

Además, con este disco hará una gira en Estados Unidos desde el 10 hasta el 30 de mayo, dice.

 

La historia. Entre sus propias canciones destaca ‘La vida del soltero’, una vivencia del artista con su sello inconfundible.

“Es la historia de cuando uno se separa de un amorcito, uno queda tranquilo, sin responsabilidades. Es lo mejor”, manifiesta Delfín, quien afirma estar con el corazón tranquilo. 

Cuenta que a su vida han llegado “chiquillas” con buenas intenciones, pero solo una lo atrapó y hasta le pidió la contraseña del Facebook. “Me quería tener controlado”, se excusa antes de estallar en risas. 

Delfín es una persona sin poses. Hijo de agricultores, desde niño tuvo el sueño de ser locutor o mecánico automotriz hasta el día en que su padre lo escuchó cantar y con la mano en el hombro le dijo “tú vas a ser cantante”. Fue una sentencia que se cumplió.

Antes de saltar a la fama con “Torres Gemelas” ya había grabado dos discos.