No pretendo comentar ese informe desde el punto de vista jurídico porque no soy abogado, pero como ciudadano me sorprende es el tiempo en que se ha dado. Elaborado por un organismo cuestionado, feneciendo por voluntad popular; sin embargo son justas y legales porque aún esa época estaban en funciones. Por lo tanto, la Fiscalía y la Contraloría no pueden evadir su informe concluyente No-145 del 16 de febrero del 2017, y tienen que pronunciarse sobre las presuntas transgresiones

Se ha esgrimido también que obstaculizaron su investigación: el Servicio de Rentas Internas, la Superintendencia de Compañías, la Procuraduría, la Contraloría General del Estado y la Fiscalía; de ser verdad lo denunciado, su conducta deberá ser valorada por el nuevo Consejo de Participación Ciudadana y Control Social transitorio. Existe la esperanza que la portovejense María Arboleda Vaca, secretaria técnica de la Comisión Anticorrupción, impulse esas denuncias, haciendo seguimiento ante los organismos competentes del caso.

Sorprende el tratamiento dado por el destituido Consejo de Participación Ciudadana, un organismo sostén del correísmo, para lograr implementar un estado autoritario y de impunidad frente a la corrupción. Caracterizándose por no contradecir la agenda del correísmo. Tampoco logro entender el trato dado a un fiel aliado del expresidente Rafael Correa, quien valoró más mantener la alianza con el movimiento Unidad Primero antes que dar crédito a las observaciones que oportunamente formularon sus coidearios manabitas: Félix Alcívar y Ricardo Zambrano.

Este hecho, merece ser estudiado de las Ciencias de la Comunicación, sorprendiendo el comportamiento de un sector de los medios de comunicación, de periodistas y columnistas generadores de opinión, quienes guardaron silencio o minimizaron los hechos que ahora ya son historia, pero que en su debido momento la prensa nacional sí las valoró como noticia; incluidas las declaraciones realizadas por Abdalá Bucaram, Diego Delgado y Ana Galarza.

Aquí presentaron denuncias puntuales: Marcelo Farfán Intriago, Francisco Bravo Macías y Leonardo Viteri Velasco, quienes se han visto fortalecidos con ese informe. Ahora iniciaron una acusación particular. Por último, tremendizaron una manifestación organizada por los cuestionados. Sin embargo, gracias a las redes sociales sí se pudo conocer el alcance y dimensión real de esa marcha. Finalmente, es hora de reflexionar todos los manabitas; no podemos seguir siendo noticia nacional de hechos negativos. Tenemos que hacernos una autocrítica de nuestro comportamiento político y como comunicadores. La historia nos juzgará.