Actualizado hace: 932 días 2 horas 49 minutos
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De diversas maneras, y a través de importantes medios de comunicación, se ha venido dando a conocer la situación de abandono en que ha quedado la ciudad de Bahía de Caráquez, no solamente por la consecuencia del movimiento sísmico del 16 de abril del 2016, sino también por la poca atención dada por las autoridades y organismos llamados a planificar y hacer objetiva reconstrucción y la rehabilitación económica con la creación de fuentes de trabajo.
Se comenzó desorganizadamente entregando el primer accionar a los intereses creados y a los beneficios de unos cuantos.
Se procedió a la demolición indiscriminada de edificios y casas que ameritaban ser reparadas más no derrocadas, como en efecto sucedió con el del IESS, con el de la empresa de teléfonos y con muchas casas patrimoniales, para poner unos pocos ejemplos.
Quedaron los espacios vacíos que permanecen dando ese espectáculo deprimente de una ciudad que fue orgullo de nacionales y extranjeros.
No se esperó el informe técnico y primó la corrupción a través de esas demoliciones y de esas construcciones en lugares alejados.
Así sucedió con el del IESS y como se quiere hacer también con el hospital Miguel H. Alcívar, dificultando así la atención a los usuarios.
Se han denunciado los varios cientos de luminarias que permanecen apagadas en diversas calles y barrios, al igual que con un gran sector del puente Los Caras.
Y el transcurrir de los meses no motiva a mejorar esta necesaria iluminación.
Son muchas las familias que continúan viviendo en deprimentes carpas.
Y hay muchas calles y veredas que siguen intransitables para vehículos y peatones.
Son variadas las entidades públicas, privadas y bancarias que funcionan inadecuadamente.
Programas como el de alcantarillado, agua potable y otros servicios funcionan con deficiencia.
La vía de acceso a la ciudad sigue inconclusa. El centro comercial, el municipio y la capitanía de puerto laboran en la calle o en locales inapropiados.
El teatro municipal Sucre, el mejor de su género en Manabí, ya no existe.
Y así por el estilo, son muchas las obras desechas o que dejaron de ser parte del atractivo que siempre tuvo Bahía de Caráquez.
Por estas y otras razones es que creemos que debe operar un subcomité en cada una de las ciudades más afectadas, para que se contribuya directamente con el comité central de reconstrucción.
Es por ello que le damos importancia a la asamblea pública convocada para este sábado 24, a la que debemos asistir todos los bahieños y los que quieren a nuestra ciudad, para juntos luchar y trabajar por Bahía de Caráquez.
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