Varios de sus vecinos han sido afectados por delincuentes, quienes se aprovechan de la maleza que hay en los terrenos baldíos para ocultarse y desde allí salir a robar.

Vélez está preocupado. Aseveró que los maleantes ya no actúan en la noche o en la madrugada, como en otros tiempos, y que ahora atracan las viviendas a plena luz del día.

Una cámara de vigilancia muestra cómo actúan los ladrones de casas.

“Pasa un tipo fingiendo reciclar y va tocando las puertas porque a veces se las deja ajustadas. Si alguna cede, ingresan y luego aparecen más compinches para llevarse lo que 

esté a su alcance”, dijo Vélez.

Cinco casas, al menos, han sido visitadas por los maleantes en estos días.

VÍCTIMA. María C. fue una de las personas perjudicadas. Ocurrió el lunes 12 de marzo.

Dijo que ese día, alrededor de las 07h00, salió al hospital con un familiar que se encontraba enfermo y al volver, antes del mediodía, encontró un hueco en la parte posterior de su vivienda de hormigón.

Preocupada, comenzó a buscar sus enseres y no encontró varios artefactos, entre ellos un televisor, tostadora, equipo de sonido, cocineta y cilindro de gas.

La perjudicada denunció el caso en la Policía con la esperanza de recuperar sus pertenencias en algún momento. 

Para ingresar, los pillos rompieron la pared de concreto en un diámetro de 80 centímetros. 

Grabados. El lunes anterior los cacos intentaron robar en una cancha sintética de la ciudadela Condado Oeste, junto a Las Orquídeas, sector de Río de Oro. 

Una alerta silenciosa se activó y los dueños acudieron al lugar, donde encontraron a los delincuentes.

Los maleantes al verse descubiertos huyeron sin cumplir su objetivo, pero las cámaras captaron los rostros de dos de ellos.

La dueña del lugar dijo que solo se llevaron una caja de herramientas pequeña.

“Los terrenos baldíos facilitan la labor de los pillos, aspiramos una limpieza general y que luego se recupere ese dinero en los impuestos”, dijo Vélez.