Explicó que la propuesta es que se tomen en cuenta variables como la rentabilidad de las empresas, el crecimiento económico proyectado, la inflación y la canasta básica, como lo señala la Organización Internacional del Trabajo (OIT). 

“Me da vergüenza que el salario básico sea materia de una negociación, es antiético”, mencionó, al momento de señalar que debe ser una herramienta económica que sirva de base para sostener el aparato productivo, fortalecer el sistema de las empresas en su dinámica económica y que permita al trabajador lograr un bienestar básico para su familia.

Explicó que el empleo se ha reactivado en el sector pesquero, acuícola y en el de la construcción, lo que atribuyó a la derogación de la mal llamada Ley de Plusvalía.