Contaba para ello con la complicidad desleal de politiqueros envenenados, cuyo objetivo final era que Ecuador fuera otra patria incluida en el ajedrez perverso del castrismo cubano. Teníamos que terminar en la situación que hoy vive la hermana Venezuela, en que miles de sus hijos hoy emigran desesperados ante la crisis social y económica que soporta, lamentablemente, la cuna de Bolívar. 

Los análisis económicos – sociales que en estos días se conocen, dan resultados que asustarían a cualquier mandatario y ciudadanía, que durante 10 años fueron tomando medidas económicas disfrazadas de sociales, que determinan que la deuda externa ecuatoriana alcanzaría montos casi inmanejables: setenta mil millones de dólares o más. 

Así fue como, exprofesamente, tomaron medidas socio económicas que hoy se muestran a la nación por comisiones especiales de expertos y patriotas ciudadanos que no pueden concebir que esto se hubiere realizado, ocultando millones de dólares que se eliminaban de las cuentas públicas sin respaldo técnico alguno con el objetivo popular que dice: “el que venga atrás que arree”, comprometiendo las ventas petroleras por años de años en éste fin perverso. 

Concibieron proyectos que nunca terminarían: Refinería del Pacífico, ciudad del conocimiento Yachay, aeropuertos abandonados donde nunca ha aterrizado un avión, proyecto Toachi – Pilatón, reconstrucción de la Refinería de Esmeraldas - que hoy debe parar cada cierto tiempo para repararla, a costos fuera de toda norma-; plataforma Gubernamental de Quito que se inundó el día que la inauguraban. Parece esto mentira. Para sacar estas cosas adelante se silenció a la prensa con una ley mordaza, se perseguía con cárcel al que denunciaba o protestaba, entre ellos los pueblos nativos. 

Y hoy el Estado le debe a todo el mundo: Jubilados, Héroes del Cenepa, casas de salud, y la preventa petrolera asfixia al fisco. La deuda pública es un gran obstáculo que se debe solucionar. 

Todo esto es el resultado de cómo se actuó en Cuba y hoy en Venezuela, pues ese es el fin real del comunismo. El Ecuador entero tiene que reaccionar colaborando con el régimen del presidente Moreno, con los actores denunciantes de estos tétricos hechos que enriquecieron a muchos y hoy confiesan arrepentidos.  

Ecuador unido tiene que hacer frente a la crisis social que ha dejado el correísmo chavista. ¡Vamos adelante!