Las condiciones económicas y políticas en las que viven en Venezuela no les permitieron a sus otros dos hijos y demás familiares estar junto a ella en el día de su sepelio.
El cadáver de Doris fue retirado la tarde del martes del centro forense de Manta y llevado a una vivienda en la avenida Los Delfines, del balneario San Jacinto de la parroquia Charapotó, cantón Sucre, para la velación.
Ayer a las 15h00 lo trasladaron a la iglesia de San Jacinto, donde se ofició una ceremonia religiosa, y después lo sepultaron en el cementerio de la comunidad.
Versión. Viviana Saltos es la persona con quien Doris trabajó durante seis meses.
Viviana tiene familiares en Guayaquil y hace 8 meses le recomendaron que contratara a Doris para que trabajara con ella cuidando a los niños.
Doris Garzón había llegado con sus dos hijos a Guayaquil, tras dejar Venezuela. Luego del contacto con Viviana, viajaron a San Jacinto, donde iniciaron una nueva etapa en sus vidas.
Hace cinco meses Darwin C., el padre de los dos hijos con los que Doris viajó a Ecuador, también llegó desde Venezuela a Charapotó. Buscaba reanudar su relación amorosa, pero ella no quería.
Según contó Viviana, ella fue testigo de algunos malos momentos que el hombre hizo pasar a la mujer.
Aseguró que Doris recibía constantes maltratos psicológicos y amenazas de quien había sido su pareja y padre de sus hijos.
Junto a su cuerpo estaba Darwin C., quien aún tenía signos vitales, por lo cual fue llevado de manera urgente hasta el hospital de Rocafuerte y posteriormente al hospital Verdi Cevallos Balda, de Portoviejo.
La señora, antes de que la asesinaran, alcanzó a llamar a su consuegra y decirle que el hombre la quería matar.
Ante la alerta, su hijo, conocidos y agentes policiales iniciaron la búsqueda de la mujer, pero ya la encontraron muerta.