Los habitantes de la margen derecha tampoco tuvieron el servicio, al menos siete horas.

Ceme es habitante de El Guabito, parroquia Simón Bolívar. 

Su negocio no cuenta con una cisterna para captar el líquido vital.

Por eso ante los cortes de agua su asadero-restaurante no puede brindar un servicio completo, ya que el líquido es clave para el aseo de vajilla y la preparación de alimentos.

Al igual que él, varias familias padecieron del mismo problema. 

Teresa Cedeño, moradora de la ciudadela Valle Hermoso, cerca del paso lateral, también se afectó por el imprevisto corte.

La mañana de ayer se dedicó a lavar su ropa con el agua de lluvia.

En un tanque recogía el “agua de San Pedro” y luego la usaba en una tina.

Comentó que si no fuera por “el agua potable del cielo”, no tendría ni cómo bañarse.

Rosemary Basurto, habitante de la ciudadela San Jorge, señaló que no recibió el líquido vital desde la mañana de ayer, y aunque tenía reserva en su cisterna, indicó que esta es una situación incómoda.

Fabián Mendoza, morador de El Florón 8, mencionó que la lluvia del lunes fue su única aliada, ya que “no tenía ni una gota de agua en los tanques”.

Frank Mendoza, jefe de Operaciones y Mantenimiento de Portoaguas, explicó que la lluvia del lunes causó una descarga eléctrica en los transformadores.

Eso afectó la distribución del líquido vital durante siete horas.

Mendoza indicó que los transformadores afectados fueron de los tanques que abastecen las márgenes derecha e izquierda.

Señaló que luego de una revisión técnica, los transformadores de la margen derecha empezaron a funcionar a la 01h00 de ayer.

El transformador afectado de la margen izquierda estuvo a las 12h00.

El funcionario añadió que hasta el momento no se han presentado problemas con el funcionamiento del presedimentador, ya que con las lluvias del lunes se manejaron hasta 4 mil NTU (nivel de turbiedad).

Entre los sectores donde no hubo agua estaban Los Florones, San Jorge, San Gregorio y Metropolitana.