Raúl Palma, desde el tradicional bar 6 de Diciembre, en la calle Ricaurte, opina que “están descuidadas, y a casi dos años del terremoto siguen abandonadas. Cada vez se deterioran más, se están quedando solo en cascarón”.

Desde la misma zona, en una esquina de la calle Bolívar, Manuel Palma cree que menos costoso es reproducirlas integralmente, con su diseño original, que refaccionarlas.

“Hay casas que se las debería echar abajo. Muchas no recibieron el debido tratamiento después del terremoto. Deberían hacer réplicas, pero conservando el diseño original”, sugiere Palma.

Otro morador que no quiso identificarse dijo que Portoviejo, a diferencia de Quito o Cuenca, no tiene un patrimonio cultural representativo.

Municipio. Respecto al tema de la reconstrucción de estos bienes patrimoniales, Fabián Santana, director de Cultura municipal, aseguró que la iniciativa marcha a buen ritmo y cuenta con un fondo asignado.

“Son $ 59.200 por parte del BDE y 37 mil del Ministerio de Finanzas asignados como fondos patrimoniales. Es lo único de lo que tengo conocimiento. En este momento nos encontramos en el estudio estructural para la consolidación de las casas patrimoniales, ocho bienes, donde también entra el tema de las fachadas y las cubiertas”, manifestó Santana.

Una vez finalizada la evaluación técnica, esta información pasa al departamento de Proyectos del municipio, el cual verá el financiamiento para la intervención de las casas. 

Se espera que un mes ya esté terminada la evaluación para proceder a las intervención, la cual, por tratarse de bienes privados, debe correr a cargo de los propietarios. Sin embargo, Santana dijo que el municipio debe hacer algún tipo de promoción para facilitar las inversiones.

De las quince casas patrimoniales de Portoviejo, ocho están a cargo del municipio y siete del INPC (Instituto Nacional de Patrimonio Cultural), el cual también está haciendo una consultoría.

Denuncia. Con respecto al mismo tema de los fondos patrimoniales, Ramiro Narváez, exdirector de Patrimonio Cultural, cree que el municipio no ha obrado correctamente.

“La falta de apoyo de la alcaldía fue inminente. Lastimosamente no se dio apoyo total a nuestra gestión. En mi caso hice un comentario que conllevó a la persecución. Dije que deberían trabajar 24 horas, siete días las personas que estaban abriendo las calles del centro. Allí me pidieron la renuncia”, indicó Narváez a El Diario.

Según él, todo está por hacerse. “Nosotros dejamos instaurado un proyecto que lo difundimos. Era poner énfasis en las viviendas que están apuntaladas con riesgo de caerse. Inclusive la difundimos y firmamos actas de compromiso, que son de conocimiento del alcalde y del Concejo Cantonal. No sé por qué no han dado seguimiento”, manifestó.

Incluso habló de un fondo de 792 mil dólares por las competencias patrimoniales asignados al municipio y que habrían sido invertidos en otras obras. 

Santana dijo no conocer nada sobre esos fondos.