Entre los regalos estaban las flores, chocolates, peluches, globos, y otros arreglos.

Jhonny Zambrano, con su puesto ubicado en la calle Alajuela en Portoviejo, vendió algunos arreglos y aseguró que esta fecha es buena, por lo que había vendido casi todo antes del mediodía.

Andrés Sánchez, comerciante, tenía arreglos desde un dólar y también aprovechó para venderlos directamente, ya que recorrió algunas calles de Portoviejo a pie.

Tradición. Por otro lado hay quienes opinan que la tecnología y la comunicación inmediata han reemplazado las cartas de amor.

María Álava tiene una floristería, en la que también ofrece otros detalles como peluches, tarjetas y esquelas, pero a éstas últimas ya nadie las compra, dijo.

Recuerda que hace unos 20 años las personas escribían cartas de amor y las esquelas eran muy solicitadas, que se vendían unas 8 a 10 diarias, pero ahora apenas una al día. “Parece que es todo por celular”, señaló.

Plutarco Ostaiza (53) recuerda que a su esposa la enamoró con más de cien cartas que le escribió en los tres años que duró el noviazgo.

Había una emoción especial porque todo el amor se expresaba en una carta, “uno se inspiraba para escribirle cosas hermosas, era bonito decir lo que uno sentía”, manifestó.

Alexis Alcívar tiene 20 años y se considera una persona detallista, pero reconoce que a su última pareja jamás le escribió una carta. “Regalos sí le daba, pero cartas de amor no”, contó.