Segundo Cevallos, policía encargado de brindar seguridad en la playa, contó que más del 50% de los desechos eran envases de espumas. Y que el otro 50% se mezclaba entre vasos cerveceros, sorbetes y botellas de vidrio. 

Para Cevallos, fue alarmante ver aquel día la cantidad de sacos que lograron llenar de desechos. 

Fue una imagen que, a criterio de él, habla del daño que la humanidad le está haciendo al planeta. 

“Estamos dañando la tierra con tanta basura. La gente debe tener más conciencia por mantenerlas limpias. Si acuden a un balneario deben llevarse a casa la basura que generan”, mencionó el uniformado, quien participó en la minga junto a 40 aspirantes a policías. 

A ellos se sumaron grupos voluntarios de la Cámara Junior Internacional, algunos obreros del Municipio de Manta, entre otras organizaciones de la ciudad. 

Un obrero de la dirección municipal de Higiene, a quien le tocó limpiar varias playas de la ciudad durante el carnaval, aseguró haber encontrado heces, botellas de vidrio rotas, vasos plásticos, ropa, pañales de bebé, entre otros desechos en la arena.

Prefirió omitir su nombre, pero dijo que no quería dejar de contar la suciedad encontrada cada mañana en los balnearios durante el feriado de cuatro días.  

EN TODAS. “Encontramos basura en todas las playas en una cantidad que da miedo. La gente no hace conciencia de cuidar el mar. De nada vale tener mucho turismo si estamos matando las playas”, señaló el obrero. 

Cecilia Zambrano, obrera, aseguró que la playa donde más basura se desecha es El Murciélago. 

A ella le ha tocado limpiar desde la zona de Barbasquillo hasta el espigón del muelle y luego volver a hacer el mismo trabajo, ya que “por un lado se limpia y por el otro los bañistas ensucian”, indicó.