Actualizado hace: 936 días 19 horas 13 minutos
LenÍn Delgado Rodríguez
El hombre es el lobo del hombre

El cierre de año abre la puerta del análisis de vida y la medición de objetivos; la nostalgia invade a muchos, a otros la felicidad, pero coincidimos en desear que el 2018 sea mejor que el 2017, una obviedad.

Martes 23 Enero 2018 | 04:00

Hay quienes ganaron mucho en el 2017, hay quienes perdieron un montón y hay quienes se llevan aprendizajes y satisfacciones dejando lo material como circunstancial.

Como annus horribilis lo describió Carlos Jijón en su editorial de fin de año. En el 2017 ocurrieron cosas inauditas que ¡siguen ocurriendo! Entramos al 2018 con el anuncio del retorno de Rafael Correa para hacer campaña por el NO en la Consulta Popular -había dicho que se ausentaría más de un año- Nos preguntábamos en un desayuno de cuestionadores: ¿regresa Correa porque está aburrido en su vida belga o porque realmente se ve amenazado por el caos político de delatores? 
La respuesta se la dejo a usted lector porque cada uno tiene la propia. Lo cierto es que lo evidenciado en el juicio a Jorge Glas hace más notorio que ese “proceder” era generalizado. Hay mucho que hacer en materia de fiscalización, el fiscal dijo que él investiga hechos, no personas. Ojalá así sea.
Cyril Aydon establece claramente en su “Historia del Hombre” que la historia es cíclica, no será ni la primera ni la última vez que estas cosas sucedan, lo lamentable es que uno quisiera pensar que la humanidad va hacia delante siempre, pero no es así. Este país ha experimentado un  golpe profundo en su estructura de valores morales. Hay un costo por evadir la realidad, lo dice Ayn Rand, y esperemos que el presidente Moreno lo tenga muy en cuenta. 
Si bien es cierto que la última visita del expresidente fue bastante débil en materia popular, también lo es que “quemar suela de zapato” con recursos para campaña es una fuerte amenaza para el momento político actual. La consolidación del presidente y su gobierno es fundamental en el resultado de la consulta popular, el campo político es muy sutil y cada movimiento debe ser claramente definido. 
La estructura de gobierno actual, que se volvió de varios tonos de verde flex, vista a través de la votación para la vicepresidenta, tiene miles de matices; algunos tan lejanos como los colores de la campaña por el SI. Consolidarla será un desafío.
Mientras tanto el tema económico queda relegado a un maquillaje de cifras para acomodar el discurso político del momento. Es la gran mayoría quien paga las cuentas.  Es por esto que vemos el aumento del consumo mediante crédito. El gobierno de turno deberá asumir el costo acumulado del continuo endeudamiento desmedido, así como el padre de familia tendrá que hacer un plan de pagos con el banco para hacerse cargo de las deudas acumuladas. 
Esto no será en el 2018. Por ahora, la campaña aliviará algunos bolsillos y eso alargará el adormecimiento hasta ver el resultado y su nueva realidad, si es que la hubiere.
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