César Montúfar es el valiente acusador particular en el juicio que tiene a Jorge Glas, su tío y otros sentenciados, en prisión; se considera que este hombre de veras tiene reforzados sus testículos y sus razones como para asumir voluntariamente ser una espada justiciera en el cuello de estos antes poderosos personajes. ¿Por qué lo hace? Se entiende su interés político de ponerse vigente ante la opinión pública, porque en algunos círculos se especula su posible candidatura a la alcaldía de Quito.

Pablo Celi, el firme Contralor que se ha propuesto investigar cifras y hechos estableciendo glosas contra muchos encumbrados personajes de la década pasada, contrastando con la colosal alcahuetería sobre las evidencias, para las que era ciego, sordo y mudo el fugitivo anterior contralor Carlos Pólit F., máximo exponente de la “obra” del CPCCS o 5to. poder, en el que este maestro de la corrupción, para optar a las vitales funciones de controlar nuestros dineros, escandalosamente alcanzaba las máximas notas en los dizque concursos de méritos de este ente.

Raúl Patiño, en cambio, en estos últimos días reaparece en el escenario público con tremendas y graves declaraciones que superan en hedor a las que hizo Mangas, el exalto funcionario esposo de la canciller Espinosa. Raúl es hermano de Ricardo Patiño, la lumbrera del “correato” por las múltiples funciones que desempeñó y que ahora dirige la oposición al Gobierno de Moreno e impulsa el No en la próxima votación. 

Raúl declara que en el Gobierno anterior, siendo él asambleísta y ocupando la presidencia Gabriela Rivadeneira, actual dirigente también de la oposición, ya sabían de la tremenda corrupción que asolaba la patria, por lo que él renunció y viajó a Suiza a ponerlo en conocimiento de Lenín Moreno. 

Raúl revela que en la Asamblea “estaba absolutamente prohibido fiscalizar” los latrocinios de los que todos sabían ¡Increíble!. Diríase “A confesión de parte, relevo de pruebas”. Y esta nueva raya al tigre ojalá motive al lento Fiscal y a los jueces para que se inicien las acciones debidas en las que no deben dejar de considerar la “responsabilidad coadyuvante” que varias veces contra la prensa aplicó el expresidente Correa.