Primero fue con los periódicos. Siguió la radio. Después con el cine. Luego con la televisión. Hoy con la Internet puedes colocar en las redes sociales cualquier cosa y obtener hasta sexo virtual. Para volverse famosos, las actrices se desnudan. Las adolescentes las imitan. Relaciones sexuales se ofertan en línea y las encuentras en cualquier lugar concurrido. Las mujeres siguen siendo usadas en muchos aspectos ya que los dueños del mundo les dicen que hay mimar sus cuerpos, cuidarlos, hacerles cirugía plástica, vestir a la moda. Hombres y mujeres se envían y reenvían archivos pornográficos que no borran de sus móviles con el peligro de que sus hijos vean esos archivos. 

Desde hace unos tres años las damas -aclaro: no todas- lucen pantaloncitos al juste de sus cuerpos de manera que sus partes íntimas son notorias o sus nalgas sobresalen. Cacheteros les dicen a estos pantaloncitos que usan niñas de corta edad, adolescentes, jóvenes, maduras. La ropa ajustada tiene efectos adversos en la salud genital. A mis amigas, de confianza, les he dicho sobre el cuidado moral que debemos a nuestros cuerpos, luciendo ropas adecuadas. No hacen caso. No les importa. Están tan alienadas que proclaman que tienen derecho a vestirse como les dé la gana e ir a cualquier sitio, iglesia incluida, sin inmutarse.

Lo peor del asunto en el caso de las menores de edad, es que las madres se lo permiten y en temas que conozco, las animan a vestirse así. No entiendo lo que está pasando con la humanidad, a la que se quiere homosexualizar implantando leyes para legalizar el uso del cuerpo contra natura o que los niños proclamen su homosexualidad cuando aún no han desarrollado sus caracteres sexuales secundarios. 

¿Por qué te exhibes así? Es la moda, contestan. Y ¿tus valores? pregunto. Ah, no importa. Hasta Dios han dejado de lado. Solo lo nombran en caso de una tragedia. Revisen Apocalipsis 9.20. Y a ustedes padres: hagan prevalecer su autoridad sobre sus hijos y no usen su poder para amedrentar a los docentes que queremos que nuestros jóvenes sean buenas personas y que no se dejen usar por nadie. Nuestro sistema educativo es pésimo -con raras excepciones- en donde los profesores viven acosados intentando sobrevivir y no perder su trabajo, pero estamos perdiendo al futuro de la patria, del mundo.