En el campo, al interior de la provincia y también en colinas cercanas a las ciudades, se aprecian las labores preparatorias para la siembra, como el corte de malezas y la limpieza del terreno, dejándolo expedito para la colocación de la semilla o las plántulas, que con el agua darán vida a las siembras de productos alimenticios varios.

Sin embargo, para una mayor eficiencia se requiere siempre de la colaboración especializada de instituciones como el Ministerio de Agricultura, cuyos técnicos son los asesores de los agricultores, al igual que los de las entidades financieras que respalden la actividad agropecuaria.

Si bien es cierto que las lluvias están un poco atrasadas, aquello debe ser aprovechado para una mejor programación de las actividades a realizar, a objeto de lograr una producción eficiente que permita atender las necesidades de la provincia y del país, con excedentes para la exportación.

Y para ello se necesita una buena política de comercialización, regularmente tropezando con inconvenientes que inciden en la economía del agricultor.