Estos cuentos y leyendas se convierten en otro legado cultural que dejaron los antepasados. 

El proceso de recopilar las narrativas populares se ejecuta desde hace once años y se ha convertido en uno de los actos más relevantes dentro de la actividad cultural del municipio de este cantón.

La edición 2017, que ya se presentó a la comunidad, contiene 17 historias. 

Entre los títulos están “Niña escondida por la huaca”, “Nicanor y su viaje a Nabón”, “La fiesta de la Virgen del Rosario”, “La cueva del salado”, “El orgullo de María”, “El niño ocioso”, “Mis abuelitos”, “Los recuerdos de mi tío Manuel”, entre otros.

EXPRESIÓN oral. Textos investigados por niños y jóvenes estudiantes de primaria y secundaria del cantón, matizados con ilustraciones que resaltan los aspectos de la gente de Nabón, son parte del compendio; pero hay algo más, la compilación tiene la guía didáctica para que los lectores resuman el relato, recuerden personajes, situaciones y, además, dibujen aspectos del cuento que más los sorprendieron.

En “Cuentos y Leyendas de Nabón” se invoca la importancia y la necesidad de revivir valores y los principios sociales para una mejor convivencia. Así también, es una forma de trabajar en la identidad y continuar con esa forma de convivencia de antaño, contar cuentos alrededor de la mesa, con la familia, entrando en el entorno del misterio que se conjuga con el paisaje.

Historias determinantes, con un argumento sencillo, propio de la estructura de un cuento desde el saber popular, es la cualidad de este libro. 

A continuación uno de ellos:

La esposa y el marido. “En la comunidad de Casadel, hace muchos años, vivía una pareja de casados, ellos eran muy felices y se alegraron aún más con la noticia de que iban a ser padres, hasta que llegó el día del nacimiento del bebé. 

Luego de esperar varias horas en el hospital, el doctor salió con el bebé en los brazos y le dijo al padre: ‘Tengo que darle una mala noticia’, y él, enseguida, dijo: ‘¿Qué pasa, doctor?’. Entonces se enteró de que su esposa había fallecido durante el parto y lo único que se pudo hacer fue salvar al bebé. Él, junto con su familia, muy tristes enterraron a su esposa.

Todos los días él nombraba a su mujer, una y otra vez, y decía: ‘¿A quién daré de comer?’. Hasta que un día, luego de haber pronunciado esta frase, su esposa apareció y le dijo: ‘Aquí estoy, dame de comer, pero apaga la luz’, luego se acordó que ella se había terminado toda la comida y quería más, él le respondió que ya no había. Entonces ella le dijo ‘ándate al cementerio y encontrarás una paila con restos de animales muertos’, y ella apareció nuevamente y le dijo: ‘¡come todo esto!’. El esposo se negó a comer y ella le respondió con golpes al esposo que tenía a su bebé en los brazos, finalmente le dijo ‘por primera vez te salvas, solo por el bebé, pero si vuelves a nombrarme no te perdonaré y te llevaré conmigo’.

Desde ese momento él nunca más la volvió a nombrar y rezaba mucho por la paz y el descanso del alma de su esposa, además se dedicó por completo a su hijo y vivió muy feliz”.