Hospitales, clínicas, consultorios odontológicos, centros veterinarios, salones de belleza, peluquerías, generan desechos biológicos, anátomo patológicos y cortopunzantes. También están los desechos industriales y químicos, entre ellos los envases que contienen sustancias contaminantes altamente peligrosas como los agroquímicos.

Un informe del INEC del 2016 señala que de los 10’767.323 kilogramos de desechos sanitarios peligrosos producidos en el país, 7 millones de kilos cuentan con un registro del tipo de disposición final, siendo el autoclave, con un 53,3%, el principal método de disposición final (ver gráfico).

Autoclave es el método mediante el cual vapor saturado actúa como transportador de energía y su poder calórico penetra en los desechos. Otros métodos son: celdas de confinamiento, incineración, esterilización.

 

Recolección. En Portoviejo, en el 2017 se recogieron 483 toneladas de desechos infecciosos. El promedio diario es 1,3 toneladas, señaló José Intriago, responsable del manejo de desechos infecciosos de la dirección de Aseo e Higiene del municipio.

Explicó que con dos vehículos tipo furgón recogen los desechos hospitalarios que son generados por unos 180 establecimientos de salud, donde previamente tienen que darles un tratamiento. Personal con indumentaria de seguridad retira los desechos y los lleva al vertedero municipal, donde son depositados en una celda especial. A medida que van llegando, les aplican cal en polvo antes de soterrarlos, dijo.

La recolección en hospitales y clínicas es diaria, en otros establecimientos es interdiario o una o dos veces por semana. 

 

Riesgos. La exposición a elementos tóxicos y contaminantes puede causar graves daños a la salud y el riesgo biológico es alto. 

María Fernanda Mera, enfermera de control de desechos del hospital provincial Verdi Cevallos, dijo que hay un manual de recolección de desechos, que son trasladados al almacenamiento intermedio antes de ser recogidos por el municipio para su disposición final. Los desechos peligrosos son colocados en tachos rojos, los no peligrosos en tachos negros y en contenedores van los cortopunzantes, con los que se realiza el procedimiento de inactivación de la carga viral con cloro y se los sella herméticamente.

Fernando Rodríguez, emergenciólogo del hospital, recordó los riesgos que los desechos tóxicos pueden causar a la salud. Se refirió no solo a los agroquímicos sino a medicamentos en general, que deben estar fuera del alcance de los niños.

Dijo que un 15% de las consultas anuales en esa casa de salud son por intoxicación.

Se refirió a los casos de intoxicación accidental porque el agricultor prepara sustancias sin medidas de prevención como el uso de guantes y mascarillas, además de que los tóxicos se absorben a través de la piel. Los síntomas dependen de las sustancias; algunas producen que el paciente disminuya su visión, tenga diarrea, puede perder la conciencia, convulsionar y entrar en estado de coma, explicó.

 

Observaciones. El control ambiental está a cargo del Gobierno Provincial de Manabí, que en el 2016 obtuvo la licencia ambiental del Ministerio de Ambiente. 

El director de Ambiente del GPM, Leonardo Hidalgo, señaló que realizan inspecciones periódicas a clínicas, hospitales, gasolineras, lavadoras, empresas industriales y agroindustriales y hasta estaciones celulares base, para controlar que se cumplan las normas. La ordenanza contempla multas. De acuerdo al informe de gestión, este año esa dirección ha tramitado 753 permisos ambientales, 1.094 permisos ambientales de obras, regularizaron 237 estaciones celulares base y han hecho seguimiento a 62 empresas industriales y 42 agroindustriales y a 98 gasolineras.

Hidalgo señaló que para evitar que los envases de agroquímicos sean lanzados a los ríos y otras fuentes, los agricultores recogen los envases, que son retirados por APCSA, organización que tiene convenio con el GPM y mantiene centros de acopio en Paján y en Lodana de Santa Ana, y proyecta otro centro en San Antonio de Chone.