Habitantes de Canoa se oponen a la colocación de esta antena repetidora con una altura de 20 metros que se ubicaría para mejorar la cobertura del servicio celular y para el servicio de internet.
Hugo Coello, morador de Canoa, manifestó que al ver la construcción pensó que era un nuevo hotel que se estaba instalando, ya que se hacía en un terreno que es de propiedad del presidente del gad parroquial de Canoa, dijo el morador.
Inmediatamente, un grupo de ciudadanos solicitó la paralización de los trabajos a la alcaldesa Rossana Cevallos, por las consecuencias que esta antena pueda generar a la ciudadanía a corto o largo plazo, comentó.
Al pedido de paralización se unieron los moradores de la parroquia con megáfono en mano y con la utilización de las redes sociales.
“La paralización está desde el 28 de noviembre y desde entonces, estamos alerta para que no continúe su instalación, por el impacto visual negativo que genera, ya que no ofrece ningún aporte al turismo”, concluyó Coello.
César Zambrano, director de Planificación del municipio de San Vicente, manifestó que la empresa Inmoaviles fue la solicitante del permiso. Aseguró que una vez que cumplieron con todos los requisitos que exigen las ordenanzas municipales, se les había extendido el permiso.
Sostuvo que la alcaldesa Cevallos ordenó la paralización de la obra debido a la solicitud de los moradores de Canoa para que el tema sea analizado.
Mercedes Moreira, emprendedora turística, dijo que tiene conocimiento de que la radiación que provoca este tipo de antena causa daños en la salud.