Alexandra Borrero cuenta que a pesar de ser fechas de unión familiar, existe un momento de la celebración que afecta sus nervios.

“Es hermoso ver los juegos pirotécnicos, pero luego empiezo a tener un fuerte dolor auditivo”, indica esta ciudadana.

Ezequiel Laborde, médico otorrinolaringólogo, explica en un artículo del medio argentino Día a Día que “cuando la población se encuentra expuesta, voluntaria o involuntariamente, a fuentes sonoras de gran intensidad, pueden aparecer distintas patologías y el cuadro clínico estará dado según la intensidad del traumatismo sonoro”.

Mario Alcívar, médico general, recalca que por lo general quienes resultan más afectados son los que han pasado por  intervenciones quirúrgicas en el oído o tienen problemas auditivos.

Los especialistas recomiendan no exponerse a los juegos pirotécnicos, y más bien mantenerse alejados dentro de un lugar cerrado para disipar el ruido.

Pero el estruendo de estos juegos no solo puede afectar al ser humano, sino también a los animales.

Mariano Mejía, médico veterinario del Centro Animal Care, dice que las mascotas, al tener los sentidos más desarrollados, sienten con mayor agudeza los ruidos.

Así, las mascotas que son de mayor edad pueden sufrir problemas cardíacos y son más propensas a resultar afectadas por los juegos pirotécnicos. Afirma que por lo general los perros, los gatos y las aves se estresan, se ponen nerviosos e inquietos, por lo que pueden entrar en shock.

“Hay métodos que ayudan a apaciguar el efecto que genera la pirotecnia, entre esos está tener a las mascotas en una habitación o lugar donde se sientan seguras, subir moderadamente el volumen del televisor o poner música”, señala.

Indica además que se puede hacer un tipo de vendaje a la mascota para ayudarla a sentirse relajada. Amplía que este método debe ser orientado por un profesional y explicado al dueño del animal. 

Por otra parte, indica que de mantenerse intranquila la mascota, el dueño deberá optar por abrazarla y tratar de calmarla.