La abogada Beatriz Barrezueta informó que su cliente, Robert C., era maltratado por su expareja, Janet B., a raíz de un divorcio. “Ellos tienen una hija y los maltratos surgieron con mayor intensidad porque ella no permitía que la menor viera a su padre”,  dijo. 

Un juez hizo firmar a los padres de la menor un acuerdo para regular las visitas.

Hizo la denuncia.  Barrezueta explicó que cuando  Robert C. iba a entregar a la niña, su expareja con un palo le dio varios golpes. 

Este hecho ocurrió en marzo del 2016 en los exteriores de la Unidad de Vigilancia Comunitaria (UVC), donde los policías fueron testigos del ataque y levantaron un informe para enviarlo al juzgado.  

El parte también señala que el vehículo de Robert C. sufrió daños en el parabrisas y las guías traseras. A raíz de este hecho, él presentó la denuncia en la Fiscalía y tras nueve meses de investigación los jueces sentenciaron a Janet B. 

Los jueces declararon culpable a la mujer porque un perito determinó que el hombre sufría violencia intrafamiliar, afectando su estabilidad emocional. 

El perito concluyó en su informe que los insultos y amenazas causaron un daño postraumático a la víctima.

La fiscal Johanna Cobeña manifestó que Janet B. es la primera mujer en ser sentenciada en Manabí por el delito de violencia psicológica. 

El artículo 157, número 1 del Código Orgánico Integral Penal, dice que quien cause perjuicio a la salud mental de algún miembro de la familia con perturbación, chantaje, amenaza y humillación será sancionada con 30 a 60 días de cárcel.