Hay quienes piensan que seguimos viviendo el correísmo, pero ya se oye la conformación de nuevos movimientos sociales agrupados y otros agremiados en centrales sindicales y afines, para fortalecer los nuevos movimientos que en su momento sonarán y darán muestra de respaldo al Gobierno del presidente Lenin Moreno. 

Algunos dirigentes afirman que es el momento oportuno para crear la nueva bandera, del nuevo movimiento, que ojalá sea de otro color. La mejor consigna es que se tiene que identificar a todos quienes, de una u otra forma, estuvieron participando en la campaña electoral del 2 de abril del 2017, que dio el triunfo al candidato ahora presidente con el discurso de las nuevas políticas de salud, educación, entre otras. 

Igual para la obtención de la casita propia, el ofrecimiento de microcréditos para rehabilitar la economía, una mirada al hombre del campo que trabaja la tierra,  iniciativas que tenemos que respaldar, así como la gestión en pos de obtener recursos económicos para darles mejores días a los ecuatorianos y mejores condiciones de vida  a los menos favorecidos de la patria.

El pueblo está esperanzado, los indicadores lo dicen. De entre gran mayoría de ecuatorianos que diariamente tenemos que hacer esfuerzos para lograr el  sustento para los suyos, muchos optan por empleos precarios, con la legítima aspiración de dar una existencia más llevadera a sus hogares.

Veo necesario hacer rectificaciones a la legislación laboral, a la Ley Orgánica de Educación Superior para el ingreso a los jóvenes a las universidades; esa es la consigna que se difunde en los medios. Miles de jóvenes aspiran a entrar a los centros de enseñanza superior y miles a graduarse como profesionales. Pero deben tomar conciencia de que hay que esforzarse, para que los derechos no queden anclados con el olvido de los deberes. 

Hoy existe la posibilidad de crecer todos juntos y a construir los cambios, pero tomará su tiempo reivindicar los derechos, rescatándolos de la polarización creada. Ya vendrá el buen día de celebrar el inicio de otra era.

Si miramos a nuestro alrededor, algunas cosas han cambiado, como es natural; y el nuevo gobernante político, que tenga gobernabilidad en los diferentes proyectos ya agendados para fortalece su gestión.

Dios quiera se cumpla lo ofrecido al pueblo ecuatoriano que siente sed de cambios; es hora de empezar con lo prometido en la campaña electoral pasada.

Si así se lo hace, fortalece los derechos humanos y el sistema democrático.